Los 38 médicos y enfermeros residentes (MIR y EIR) de atención hospitalaria y de medicina Familiar y Comunitaria del área sanitaria ourensana terminaron esta etapa formativa ayer, con una recepción en el Centro Cultural Marcos Valcárcel. En dos turnos, para poder cumplir con las limitaciones de aforo y garanizar la seguridad de los asistentes, estos profesionales recibieron sus certificados de especialización tras haberse formado en una veintena de servicios diferentes. Además, se les entregó como regalo una insignia fundida en plata diseñada por Manuel Buciños y llamada “Unha ponte cara á saúde”: “É un símbolo do voso esforzo diario durante estes anos e tamén un recordo dunhas das etapas máis fermosas das vosas vidas, que seguro lembraredes con moito cariño”, apuntaron desde el área sanitaria.
Los primeros en despedirse fueron los profesionales de atención hospitalaria, entre los que se encontraba Soledad Cameselle junto a sus otros 23 compañeros. Esta sanitaria, especializada en Oncología, acabó su formación MIR en el CHUO y reconoce cómo les ha cambiado esta etapa formativa la llegada de la pandemia: “Nos vimos afectados por todo lo ocurrido, pero tuvimos mucho apoyo por parte de nuestros adjuntos, aunque ahora todo se va encauzando”. De esta experiencia, de la que dice estar “muy contenta” de haberla vivido en Ourense, se lleva la “oportunidad de trabajar en otras condiciones, que no son frecuentes y de las que aprendes”.
La adaptación fue una constante en su formación y gracias a ello tuvieron la oportunidad de fomentar “más el trabajo en equipo, fue difícil y nos unió mucho”, apunta Cameselle. José Manuel Álvarez, enfermero de Medicina Familiar y Comunitaria, se despidió en el segundo turno con otros 13 compañeros. “La mitad de mi especialidad la pasé en pandemia, fue complicado, pero tengo claro que volvería a hacerlo”, resalta.
Desde esta disciplina pudo aprender el funcionamiento de Telea, dando seguimiento a pacientes covid en su casa, pero también vivió de cerca el proceso de vacunación. “Aprendimos mucho, aunque todo cambió totalmente. El inicio del confinamiento me pilló en un centro de salud y fue realmente complicado, porque en Enfermería hay cosas que solo se pueden hacer presencialmente”, recuerda.
Todos estos nuevos profesionales estuvieron acompañados por Félix Rubial, gerente del área sanitaria; Jesús García Mata, presidente de la Comisión de Docencia; Mar Vázquez, directora de Procesos Asistenciales; y por Sandra Pardo, jefa de estudios de Medicina Familiar y Comunitaria, les dirigieron unas palabras de agradecimiento su esfuerzo y les transmitieron mensajes de ánimo de cara al futuro.
SOLEDAD CAMESELLE - Oncología médica
“Me encontré con un servicio muy humano con sus pacientes”
Soledad Cameselle llegó desde Vigo para unirse al servicio de Oncología del CHUO, una especialidad que siempre tuvo clara. “Cuando estaba preparando el MIR ya sabía que quería especializarme en esta área”, resalta. Su destino terminó siendo Ourense, donde se encontró con un “servicio muy humano y amable, que es muy importante junto con la investigación”, en la atención de pacientes.
JOSÉ MANUEL ÁLVAREZ- Enfermería Familiar y Comunitaria
“Somos el pilar base para la entrada al sistema de salud”
La última plaza para hacer el EIR en Medicina Familiar y Comunitaria en Galicia se la llevó José Manuel Álvarez, natural de A Guarda. Así comenzó en Ourense esta nueva etapa en una especialidad muy marcada por la pandemia. “Somos el pilar base para la entrada al sistema de salud”, destaca. La relación cercana con los pacientes, “a los que tratas durante toda su vida”, es uno de sus atractivos.
