Gonzalo A.C. reconoció este jueves que ocultó algo más de medio kilo de cocaína en la plaza de garaje de su vecino, contigua a la suya, en pleno confinamiento del pasado año. Pero, según acreditó, traficaba porque es adicto a la cocaína y el hachís. La fiscal tuvo en cuenta el reconocimiento y los informes médicos para rebajar la pena inicialmente solicitada, cuatro años y medio. La Audiencia le condenará a tres años y un día, además de multa de 28.546 euros, que en caso de no abonar sumaría dos meses más de cárcel.
El inculpado aparcaba su coche al lado de la plaza en donde escondió los 530 gramos de cocaína, distribuidos en ocho paquetes, ya que era vecino del inmueble, en el número 38 de la avenida de Zamora. El vecino descubrió el paquete de forma casual, en un lateral de la pared de la persiana, lo que dificultaba el manejo. El hallazgo hizo que llamase a la Policía Nacional, Los agentes iniciaron una investigación en la que resultó clave la autorización judicial para instalar cámaras de vigilancia en el lugar de los hechos y de esta forma visionar quién acudía a recoger un paquete simulado de cocaína. No tardó en verse como acudía Gonzalo A.C., cuatro días después, pasada la una del mediodía.
Los agentes solicitaron al juez de guardia un mandamiento de entrada y registro en su casa. Allí aparecieron pequeñas cantidades de hachís y marihuana, además de dos papelinas de heroína y cocaína. En el balcón, tenía plantadas ocho plantas de marihuanas y en una caja de zapatos había 135 euros.
El investigado, en trámite de ejecución de sentencia, puede eludir la prisión si acredita que está a tratamiento de desintoxicación.
