Cinco docentes han sido expedientados en dos años por deficiente desarrollo de sus obligaciones

El profesor del ’Manuel Sueiro’ agredido por un padre salió exculpado y cambió de colegio

El presunto agresor del profesor, con la cara tapada, antes de prestar declaración ante el juez.
Cinco docentes que ejercen en la provincia de Ourense fueron expedientados en los últimos dos años por el deficiente desarrollo de sus obligaciones docentes. El bajo número de expedientes disciplinarios abiertos a los profesores constata que la tarea docente respecto a los alumnos alcanza un nivel satisfactorio.
El profesor del colegio Manuel Sueiro, agredido por el padre de una de sus alumnas, fue investigado por la Delegación de Educación, quedó exculpado y fue trasladado a otro centro a petición propia.

Al personal docente también se le abren expedientes disciplinarios en los centros de enseñanza de la provincia. No obstante, no es frecuente. En Ourense, durante el año 2006, cuatro profesores fueron sometidos a una investigación disciplinaria por ofensas a compañeros (en uno de los casos) y por deficiente desarrollo de sus obligaciones docentes (en los otros tres). En 2007 se expedientó a un profesor por la misma causa.

Ejercer la tarea docente es a veces una labor muy complicada y ejemplo de ello ocurrió a comienzos de este curso en el colegio Manuel Sueiro, situado en el barrio de As Lagoas de la ciudad. El que era entonces profesor de Educación Física en el centro de Educación Infantil y Primaria sufrió la agresión del padre de una alumna que relató en casa que había sido recriminada y agredida por el maestro. El presunto padre agresor, Víctor J.M., de 28 años, fue detenido por el Cuerpo Nacional de Policía acusado de un delito contra un funcionario público y quedó en libertad con cargos después de prestar declaración en el Juzgado. El profesor tuvo que ser atendido en un centro médico por lesiones diversas y la Delegación de Educación le sometió a una investigación para aclarar si el docente había agredido a la menor, comprobándose después que este hecho no había sucedido. Mientras no se resuelve la vía judicial abierta por la agresión al profesor, y ante la presión a la que éste se vio sometido, Educación optó por trasladarle provisionalmente de centro atendiendo a sus propias demandas. Hoy ejerce su labor profesional en otro colegio de la ciudad.

Las faltas por las que se puede abrir un expediente disciplinario a un profesor se clasifican en leves, graves y muy graves, aunque es excepcional que se den estas últimas. Lo más habitual es que se expediente a un profesional por incorrección en el trato con los demás miembros de la comunidad educativa, descuido o negligencia en sus obligaciones profesionales o falta de asistencia.


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