El profesor ucraniano de canto que necesita un trabajo urgente en Ourense

Rodion Pererodov en la Praza Maior de Ourense.
photo_camera Rodion Pererodov en la Praza Maior de Ourense.
Tras reunirse con su familia en Ourense al estallar la guerra de Ucrania, Rodion Pererodov vivió una odisea para encontrar vivienda. Ahora se enfrenta a otro problema: la falta de trabajo

Rodion Pererodov (23 años) llegó a Ourense huyendo de la guerra de Ucrania. Es uno más entre las 400 personas de allí que están tratando de labrarse una vida en la provincia, lejos del peligro al que estaban expuestos en su país. Como muchos otros, sus cómodas vidas allá se convirtieron en precarias aquí, con más o menos suerte.

En el caso de este joven, músico de profesión, sus circunstancias están empezando a complicarse.  Llegó a la ciudad hace nueve meses. Su caso no es como el  de otros refugiados. Él partió de Ucrania un día antes de que estallase la guerra para tratar de iniciar una carrera aquí y para disfrutar de una mayor libertad en materia de derechos. Primero se estableció en Madrid y residió en un hotel de la Cruz Roja. La guerra ya estaba en pleno desarrollo y la ciudad en la que vivía su familia, Zaporiyia, fue completamente bombardeada. Fue entonces cuando decidió traer a su hermana y a su madre. 

Aquí participó en un programa de Provivienda para encontrar piso. Tras seis meses de búsqueda desesperada, logró instalarse. Sin embargo, necesita trabajar. Junto a su familia, reciben una ayuda de 400 euros para pagar el piso y otra de 570 para el resto de gastos. 

Son tres personas para comer, vestirse y encargarse de otros gastos que puedan surgir. Dado que su hermana pequeña está estudiando (todavía tiene 14 años) y necesita ayudas extra para materiales y libros, esta paga no es suficiente para ellos. Así, Rodion busca desesperadamente un empleo para ayudar a los suyos y poder realizarse él mismo, sin necesidad de asociaciones que medien.

Aunque habla español, teme que en algunos sitios le hayan podido rechazar por su pronunciación. Él continúa yendo a clases para mejorar el nivel. 

Sobre todo, se presentó  a trabajos relacionados con la música -lo suyo- , a tiendas de ropa y a cafeterías. Pero aún no ha surgido su oportunidad desde que llegó.

Tiene un grado en la Universidad de Cultura de Kiev y varios diplomas del mismo ámbito. Además, forma parte de la Academia Nacional de Personal Destacado de la Cultura y las Artes de Ucrania. Cuenta con ocho años de experiencia dando clases de canto, pero no logra introducirse en las escuelas de música ourensanas. 

“Enseguida probé suerte con  tiendas y bares, pero tampoco obtuve respuestas positivas. Necesito un trabajo para poder mantener a su familia”, señala. 

Aunque podría desplazarse a Barcelona, donde sí tiene opciones, el programa en el que está inmerso tiene un año de duración, por lo que no puede irse y dejarlo todo, sino que sus opciones tendrán que ser en Ourense.

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