Cada vez son más los ourensanos que optan por la producción sostenible, un mercado con gran demanda en el centro y el norte de Europa, pero cuyo consumo desciende a nivel provincial por la inflación de la cesta alimentaria, según el último informe del Consello Regulador da Agricultura Ecolóxica de Galicia (CRAEGA).
De las 75.449 hectáreas agrarias que tiene la provincia (INE), casi el 20% eran ya superficie ecológica en 2022. El cambio es notorio: en el último año la provincia aumentó en un 49% el terreno dedicado a este tipo de producción y en un 152% en la última década. Además, en el último año fueron 42 las empresas que se sumaron a la certificación oficial que otorga el sello CRAEGA.
El objetivo de este tipo de explotaciones es “obter alimentos de máxima calidade, moi naturais e saudables”, explica Juan Ramón Díaz, responsable del departamento de promoción del Consello Regulador. Para hacerlo, cumplen con requisitos exhaustivos recogidos en la normativa de la Unión Europea aprobada en 2018 sobre producción ecológica y etiquetado. Díaz aclara que los animales y vegetales siguen el mismo patrón, ya que no usan “produtos químicos de síntese” y tampoco pueden estar modificados genéticamente.
Con los animales se extreman las medidas preventivas porque “non hai antibióticos, non hai hormonas, teñen que estar en liberdade, e a súa alimentación é ecolóxica completamente”. Es decir, todo lo que comen es natural y sin sustancias químicas.
Las hectáreas productivas no podrían incrementarse sin empresas que se lanzaran a este mercado. Y es que los operadores (productores y elaboradores) aumentaron un 23% en el último año en toda la provincia: a los 180 de 2021 se unieron 42, resultando con la cifra capicúa de 222 operadores en el último ejercicio. Las categorías incluyen tanto a agricultores y ganaderos como a comercializadores, elaboradores de productos e importadores. “Imos crecendo pouco a pouco porque o mercado do consumidor demanda máis estos produtos”, explica Díaz. El responsable insiste en los beneficios: “O importante é que permite facer proxectos pequenos no rural e poder vivir deles”.
Cabe destacar que Ourense se dedica en mayor medida a la producción animal, con 97 operadores. La producción vegetal concentra 66. El resto, son los categorizados como elaboradores. Las empresas varían en tipología desde grandes superficies hasta particulares, ganaderos, apicultores, agricultores y avicultores.
Si bien es cierto que, a pesar de la mejora empresarial, Ourense es la provincia que menos facturación por ventas ecológicas se ha llevado: de los 112,9 millones de euros recaudados en Galicia, a Ourense le corresponden únicamente 13 millones y además desciende 7,14 puntos desde el año pasado, cuando se superaron los 14 millones facturados. Es una tendencia que se repite en la comunidad, que recaudó 82.000 euros menos que en 2021. Algo que puede estar motivado por la inflación: la producción ecológica tiene un mayor coste que la industrial.
Esto se refleja también a nivel estatal. Los datos del último informe de Ecovalia, la asociación profesional española de la producción ecológica, recogen que el gasto anual per cápita en productos ecológicos ha pasado de los 58,2 euros al año a los 52,3 euros, es decir, ha bajado cinco euros por persona.
