Mientras la estación intermodal sigue marcando la refriega entre los partidos políticos, el Administrador de Infraestructuras no solo está trabajando en los proyectos de esta infraestructura clave para la integración del AVE en la ciudad, sino también en el último tramo de la línea de alta velocidad, la denominada variante exterior entre Taboadela y Ourense, que todavía no ha pasado del papel y que ha obligado a adaptar la vía convencional para posibilitar la llegada de los trenes de alta velocidad en un plazo razonable.
La variante exterior, dividida en dos tramos, tiene el más próximo a la ciudad en una fase algo menos avanzada, ya que la aprobación del proyecto constructivo, según explican fuentes de Adif, "está pendiente de recibir el informe favorable de Patrimonio", organismo dependiente de la Xunta.
Se trata del recorrido entre Seixalbo y la estación, que incluye entre otras actuaciones un túnel bajo Montealegre o un viaducto sobre Oira para conectar con la actual entrada desde Monforte, lo que permitirá en el futuro liberar el corredor actual. La actuación tiene una gran complejidad técnica que disparará su coste por encima de los 300 millones.
Con todo, en la hoja de ruta que maneja Adif para concluir las obras de la línea de alta velocidad a Galicia, el segundo tramo de la variante exterior se abordará después del trazado entre Taboadela y Seixalbo, que el organismo ferroviario prevé licitar antes de que termine del año, como aseguró en la última visita oficial a las obras el director general de Adif, Juan Pablo Villanueva.
Anuncio previo
El presupuesto contemplado en el anuncio previo enviado al Boletín Oficial de la Unión Europea fija una inversión de 142,8 millones para acometer la plataforma entre Taboadela y Seixalbo. Habrá tres concursos diferentes para ejecutarlo, de los que la mayor parte (106,5) se destinan al trazado entre Taboadela y Túnel de Rante, que cuenta con un plazo de ejecución de 34 meses. El resto se reparte entre los 25,4 millones del Túnel de Rante-Conexión Seixalbo, con 30 meses de plazo de obra, y el Seixalbo-Seixalbo, que costará 10,9 millones, con una duración de 15 meses.
