“Prudencia", el mensaje común de los agentes sociales de Ourense

Piden 'diálogo' para alcanzar la estabilidad necesaria en la economía

En seguida los primeros análisis sobre los resultados del 20-D compartieron una palabra. La incertidumbre. Una idea tradicionalmente esquiva para la economía. España entra ahora en la Europa de verdad -24 de 28 países de la UE gobiernan mediante pactos- aunque la inestabilidad sea poco amiga del capital. Los representantes de los empresarios ourensanos condicionan el futuro de la economía provincial, afectada por el ritmo de desarrollo del Estado, a que los partidos sean capaces de atajar las dudas con un pacto estable. Los sindicatos, en cambio, ven con buenos ojos cualquier ejecutivo capaz de tumbar la actual reforma laboral.


 Los últimos datos de renta per cápita en la provincia, recabados en 2012 por el Instituto Galego de Estatística, eran de 17.369 euros -la más baja de Galicia- y el Índice Galego de Confianza Empresarial redujo sus previsiones más pesimistas en 50 puntos durante solos dos años. 
El presidente de la Asociación de los Jóvenes Empresarios (AJE), Lois Babarro, no tiene muchas dudas respecto a la resaca electoral: "Hay pocas cosas más peligrosas para el desarrollo de una economía, de un país o de una provincia, que la inseguridad y la incertidumbre".  Babarro insiste en que es algo que Ourense en estos momentos "no se puede permitir".


Hoy es precipitado decir que esas perspectivas corren peligro aunque "el capital siempre tiene miedo", recuerda Babarro. Para él, un gran pacto entre "los grandes partidos" terminaría con el impás. 


En esa línea se pronuncia el presidente del Colegio de Economistas, Guillermo Díez, pero hace una distinción importante entre los niveles macroeconómicos y el desarrollo provincial: "Yo no creo que las empresas ourensanas, de entrada, no van a sufrir ningún problema en la contracción de la demanda durante los próximos diez días". Los efectos de un posible estancamiento de la inversión serían, afirma González, mucho más visibles en la esfera "estatal" que en "la local". Lo ilustra con algunos ejemplos: "Nadie que tenga pensado ampliar su empresa, como una bodega, va a sufrir un efecto tan inmediato ni tan localista". 


Unos y otros concuerdan en que las formas políticas ya son otras. Falta saber ahora quienes las van a protagonizar. El presidente de la Cámara de Comercio, Juan Carlos Parada, entiende que lo "razonable" es que sea el "partido más votado" con "los constitucionalistas". A él le "gustaría creer" que los esfuerzos del país durante los peores años no corren peligro. Confía, no obstante, en que "se impondrá el sentido común".


Los sindicatos vinculan la fragmentación del hemiciclo a un castigo a la política de austeridad. Ana Barrios, la secretaria provincial de CC.OO, considera prioritario "revertir a reforma laboral" sea quien sea el inquilino de Moncloa. La negocación, clave. "Acabouse pasar o rodillo", dice respecto a las extintas mayorías absolutas. 


"Hai que falar, hai que negociar, vai ser interesante para levar a cabo un cambio na orientación da política económica de recortes", apuesta Jose Luis Celis, secretario xeral de UGT, con la vista puesta en los problemas provinciales, como la pérdida de población. La falta de entendimiento podría afectar a "10.000 persoas na provincia que non teñen un ingreso mínimo asegurado".
Calma, piden en general a la espera de que se produzcan las primeras conversaciones y las primeras tentativas de formar un gobierno. "Entiendo que no va a haber un cambio muy radical ni corre peligro la economía provincial. Ahora tendrán que negociar para fortalecer la agenda de una todavía débil recuperación", opina Luis Rivero, presidente del Centro Comercial Aberto. 
Cuando en la política se habla de "poner piel" a los números, no se refieren al parqué del Ibex. Se refieren a lugares como Ourense que, mientras negocian los resortes del poder, tiene motivos para la expectación, pero no para la inquietud. 

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