El Concello recupera la actividad política con el objetivo de desbloquear importantes proyectos atascados desde hace tiempo
El Concello de Ourense arrancó ayer un nuevo curso político, el último completo antes de que la precampaña electoral de 2019 inunde el día a día del municipio, con sus asignaturas troncales sumidas en la incertidumbre, muchas de ellas que arrastra desde el inicio del actual mandato y que todavía no ha logrado resolver.
Esa lista la encabezan los dos documentos llave de cualquier administración local, los presupuestos y el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM), pero desde hace unas semanas también emergen otras cuestiones como el plan de obras de más de 12 millones de euros, que necesita un empujón hasta diciembre para no perder los fondos, o la reforma de la plaza de abastos número 1, que precisa de un acuerdo de la Corporación para aprobar un compromiso de gasto que dé luz verde a la contratación del proyecto.
A todo ello, se une la necesidad de poner al día una larga lista de concesiones municipales que operan en precario, un proceso que ya ha se ha iniciado durante los últimos meses con servicios como el de zonas verdes o limpiezas de colegios y dependencias municipales.
La aplicación de la reforma del Impuesto de Bienes Inmuebles, tras el acuerdo entre PP y Democracia Ourensana, o el diseño del plan de movilidad de la ciudad, marcarán también la hoja de ruta del Concello durante los próximos meses.
Presupuestos
Con las cuentas prorrogadas desde 2014, el PP únicamente presentó a principios de mayo un borrador cuyo recorrido fue bastante corto, al toparse con la negativa de la oposición a estudiarlo mientras el interventor no avalase el documento. Eso no sucedió, al poner el técnico varios reparos, y desde ese momento el gobierno municipal piensa ya en unas cuentas para 2018. Para tramitarlas, antes debe resolver el concurso en marcha para designar al nuevo jefe de gestión presupuestaria -el anterior se jubiló- y desatascar la nueva Relación de Puestos de Trabajo. Para el portavoz del PSOE, José Ángel Vázquez Barquero, se "deben aprobar unas cuentas de una vez por todas".
PXOM
Tras un año prácticamente sin avances por la falta de fondos para pagar al equipo redactor la adaptación del documento a la nueva Lei do Solo, el plan está ahora mismo en manos de la Xunta para que emita un informe mediambiental, que se espera que llegue en las próximas semanas. En breve, empezarán las reuniones para negociar el contenido, una vez se reúna la comisión de seguimiento. "Hemos hecho nuestro trabajo, soy optimista porque me cuesta creer que se quiera atascar algo tan importante para hacer daño al gobierno", explica el alcalde de la ciudad, Jesús Vázquez. La oposición, mientras, censura que el Plan Xeral haya sufrido modificaciones importantes.
Plan de obras
Dotado con más de 12 millones de euros, la cuenta atrás para el gobierno local se ha activado. Todas las actuaciones deben estar adjudicadas antes del 31 de diciembre para que no se pierda el dinero. El regidor reconoce que "se está al límite", pero es optimista con poder cumplir los plazos. Las actuaciones contempladas en el este plan de inversiones afectan a todos los barrios de la ciudad y recogen nuevos equipamientos como los primeros elevadores urbanos, en la Cruz Alta o Ervedelo.
Plazas de abastos
No sobra el tiempo tampoco para desatascar el proyecto de rehabilitación de la plaza de abastos número 1. Con el edificio provisional ya levantándose en la Alameda, el Concello debe avanzar con la contratación de la reforma, presupuestada en más de cinco millones y que cuenta con una subvención estatal. Sin embargo, la falta de un acta oficial que certifique la prórroga de esa ayuda ha servido como argumento a la oposición para no aprobar el compromiso de gasto en pleno. Sin ese trámite, todo está paralizado. Sigue pendiente también abrir el mercado de A Ponte.
Concesiones
"Nunca imaginé que estuviésemos así", destaca el portavoz de DO, Gonzalo Pérez Jácome, en relación a la situación de varias concesiones públicas como transporte urbano, semáforos o grúa y ORA en precario años después de haber caducado los contratos. Desde el gobierno municipal, aseguran que se están ultimando los procedimientos para revisarlas y devolverlas a la normalidad.
Pacto para rebajar el IBI
La aprobación, pactada entre PP y DO, de la nueva ordenanza fiscal del IBI, que rebajará el tributo un 10% el próximo ejercicio, supondrá también una merma en los ingresos del Concello, aunque el gobierno asegura que no afectará a la gestión. Esa alianza ha levantado muchas críticas, especialmente desde OUeC, que cree que "se forxou un pacto de políticas que terá continuidade".
Plan de movilidad
La última ola de atropellos aceleró el diseño de un nuevo plan de movilidad para la ciudad, que se está fraguando en el marco del proyecto "Móvete por Ourense". Según el cronograma que manejan en el Concello, las acciones que se consensuarán deberán estar definidas a finales de este año, para comenzar después a aplicarlas. Es uno de los pocos temas que ha generado un consenso unánime entre políticos y agentes sociales.
Ordenanzas
Desbloquear la nueva ordenanza de veladores, que urgen numerosos colectivos de la ciudad, es otro reto al que se enfrenta el Concello.
