Chema Ríos: “Hay que visibilizar que hay gente que quiere la paz y la concordia”

En el contexto del Festival de Cine de Ourense (OUFF), hoy a las 20.30 horas, en el Auditorio Municipal de la ciudad, se llevará a cabo el encuentro “Ourense por la paz”, donde se estrenará el videoclip “Dejemos sitio a la paz”, una obra inspirada en la escena de cama en la que John Lennon y Yoko Ono se encerraron en favor de la paz en plena Guerra de Vietnam en 1969. “Intentamos poner una migajita para visibilizar que hay gente que quiere la paz y la concordia en un momento tan crítico como el que estamos viviendo con el conflicto entre Rusia y Ucrania”, explica Chema Ríos, director de la pieza que se conocerá de manera oficial en el mismo espectáculo. También estará él con su grupo Extrema Urgencia (junto a Javier Gurruchaga) y músicos como Xoel López, Habitación Vudú, Cómplices o Javier Parisi, y la actriz Ledicia Sola en calidad de directora del show. “Beatlemano” o “experto en los Beatles”, tal y como le gusta definirse a Chema Ríos, porque “la palabra fanático conlleva connotaciones patológicas”, a este ginecólogo que, además es fotógrafo y músico, le llevó su fervor por los cuatro de Liverpool y por John Lennon a promover el emplazamiento de una estatua en A Coruña, lugar donde reside y en donde se hospeda (en particular, en su casa), la mismísima hermana del Beatle, Julia Baird, cada vez que viaja a Galicia. “Yendo a Liverpool vas conociendo gente y una cosa lleva a la otra”, dice, como si fuera normal para cualquier mortal también conocer a Yoko Ono, que incluso participó invitada por él en un disco benéfico para Médicos sin Fronteras, o a los integrantes de The Quarrymen, el grupo de Lennon antes de los Beatles. Su hiperactividad y su don de la ubicuidad llevaron a Chema Ríos a concretar la realización como director del clip que se presenta hoy en el OUFF con producción musical de Juan de Dios Martín y con Mey Ayala y Javier Parisi como principales protagonistas, rodeados de entusiastas amigos, sin los cuales el resultado no sería el mismo. ¿Por qué la elección de recrear en un videoclip la escena de la cama y el encierro de Lennon y Yoko Ono en favor de la paz? En la exposición que se hizo de Los Beatles en el Centro Cultural Marcos Valcárcel había una esquina que estaba recreando la encamada de John y Yoko del año 69, entonces al verla dije: “No se puede desaprovechar esta tramoya que está montada aquí; podríamos montar un videoclip”. Esto, sumado a que estamos viviendo una situación especialmente violenta con el tema de la guerra de Ucrania que nos coge tan cerca, nos motivó a hacer algo como es la recreación. Está claro que no íbamos a superar a John Lennon, pero sí intentamos recrear lo que él quiso hacer en el 69 en cuanto a la violencia en general y en cuanto a la guerra, en aquellos momentos Vietnam. Entonces, decidimos amplificar aquel videoclip que mucha gente no conoce, que era muy original y muy conceptual porque era una locura meterse en una cama para pedir la paz y, sin embargo, lograron llamar la atención de todo el mundo. Llamó mucho la atención que un beatle se metiera con una japonesa en una cama para promocionar la paz y fue muy efectivo en su momento. Entonces, teniendo en cuenta que somos beatlemanos y que somos de ideas pacíficas y antiviolencia, logramos disfrutar de una canción de John Lennon y poner una migajita para visibilizar que hay gente que quiere la paz y la concordia. Pero, la recreación del videoclip introduce elementos gallegos como la gaita y el pulpo… Sí, la recreación es similar al original, pero desde el punto de vista visual mucho más amena. De hecho, se ve al John Lennon actual comiendo pulpo y bebiendo vino Ribeiro. Así como en el original, antes de empezar a cantar entra la gente, acá entra gente, pero trayendo pulpo, ella le da en plan amoroso, pulpo con el palillo a él y, en mitad de la canción, le llaman a John por teléfono, y dice “entrad, entrad”. Y ahí se te pone la piel de gallina porque entra la Real Banda de Gaitas de la Diputación Provincial de Ourense. Y van saliendo de fondo imágenes que tienen que ver con elementos de la Segunda Guerra Mundial, como un carro de combate y soldados ataviados con los uniformes auténticos de aquella época, gracias a que colaboraron con la realización amigos como los de The Royal Green Jackets. Esta es una producción que se logró concretar justamente gracias a la colaboración de muchos amigos y de forma desinteresada. Es una recreación de una acción de dos artistas que en los 60 bregaban por la paz. ¿No se echa un poco de menos que hoy haya más artistas con iniciativas pacifistas en un contexto tan crudo como lo es la invasión de Ucrania? Te das cuenta que este tipo de iniciativas no tienen mucho resultado. A lo mejor dicen “vamos a esforzarnos y tal” y eso no le va a hacer cambiar de idea ni a Putin ni a Zelenski, porque son los dos, porque dos no pelean si uno no quiere. Es un Cristo lo que está armado. Creo que al final la gente tira la toalla. Pero con esa actitud de tirar la toalla, ninguno haría nada… Sí, es verdad que, también, John y Yoko no se quedaron en la acción de la encamada. Crearon la Plastic Ono Band, con miembros intercambiables como Eric Clapton, Alan White, Billy Preston o Keith Moon, para hacer conciertos benéficos y, por supuesto, muchos por la paz. Por eso también surgió la idea junto con la Diputación de hacer el concierto “Ourense por la paz”. Así, damos un toque simpático y qué mejor que en el marco del festival de cine. El rock, históricamente, ¿es más solidario que otros géneros? Quienes se dedican a las nuevas músicas tienen letras con temáticas superficiales, machistas, con lenguaje soez, pero también predican cosas que ellos no practican. O se meten con una sociedad de la que están viviendo. La sociedad de la que vives por el morro la estás poniendo a parir. Todo esto se potencia también mucho desde la televisión, desde cadenas como Telecinco; la gente va a un reality en el que le preguntan quién fue Napoleón y contestan un cantante. Hay mucha superficialidad y mucha ignorancia.