La explanación de la finca de Eroski dañó una carretera para la que los vecinos exigen reparaciones

Las quejas al Valedor apenas producen efectos en A Farixa

La rúa da Ermida, en el barrio de A Farixa, cuyo firme se encuentra en un estado lamentable. (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
Los vecinos de la rúa da Ermida y su entorno, en el barrio ourensano de A Farixa, llegaron hasta el Valedor do Pobo, aunque de momento no consiguieron que la vía mejore en la medida en que ellos demandaban.
Sus quejas a esta institución datan de hace aproximadamente un año y, desde entonces, se realizaron algunas mejoras que motivaron el cierre de la actuación por parte del Valedor, aunque los baches continúan dificultando el tránsito por esta calle, muy utilizada como desvío para llegar desde la glorieta de la avenida de Zamora al entorno del Paco Paz, Expourense e instalaciones de Aixiña.

Los vecinos se quejaban también del mal estado de un muro y de la presencia de animales -sobre todo, ratas- procedentes del río Barbaña, por lo que también reclamaban una limpieza del cauce. Su malestar ha sido trasladado en diversas ocasiones al gobierno municipal por los representantes del PP, tal y como ha sucedido en la última junta de área de Urbanismo.

A este respecto, el concejal de Infraestructuras, Antonio Rodríguez Penín, argumentó en esta reunión que algunas obras se habían realizado -así se lo exigió en su día el Concello a la empresa que acometía las obras de urbanización de Eroski, ahora paralizadas- pero reconocía que las calles de ese entorno están pendientes 'das xuntas de compensación correspondentes, actuacións que, polo seu custe, o Concello non pode asumir'. Además, corren por cuenta de esos entes urbanísticos.

Los problemas en este ámbito se remontan a hace ya más de dos años, cuando comenzaron las obras de explanación de la urbanización del que iba a ser el centro comercial de Eroski. En aquel momento, el firme de la vía sufrió las consecuencias del continuo paso de camiones hacia las obras y uno de los muros que acotaban el espacio en el que se desarrollaban los trabajos se encontraba en mal estado, lo que hacía temer posibles accidentes.

La situación hizo que los vecinos recurriesen al Valedor do Pobo, lo que llevó al Concello a exigir a la empresa que ejecutaba las obras a que reparase algunos de los desperfectos ocasionados. No obstante, los vecinos continúan reclamando mejoras ante un firme que, a todas luces, se encuentra en mal estado.

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