El uso de nuevas tecnologías divide a los ourensanos entre los nativos digitales –que se conectan cada día a la red–, los mayores que aprenden a descifrar un lenguaje desconocido, y los que prefieren mantenerse al margen.
Para algunos ourensanos, el móvil es su mejor amigo. Para otros es un "trasto" muy caro, que distrae y "atonta" a más de uno. El uso de las nuevas tecnologías varía notablemente en la provincia según la edad: mientras los más jóvenes navegan por la red durante horas cada día, los mayores son más reacios. "Para que quero eu internet? Déixame diso", asegura Josefa Lorenzo, pontina de 86 años.
Formación
Muchos jubilados se forman en nuevas tecnologías para mejorar sus aptitudes y aprender el manejo de los aparatos electrónicos –diversos municipios de la provincia ofrecen cursos especializados–. "A mí me queda poco para jubilarme, y tengo una amiga que me anima mucho a que haga algún curso, pero ya hice alguno y, la verdad, si van a enseñarme a hacer carpetas, para qué quiero yo eso, si no tengo nada que meter en esas carpetas", reflexiona una vecina de la ciudad de 64 años.
En su caso, utiliza WhatsApp y navega en su móvil para realizar consultas puntuales. En casa tiene ordenador, pero no dispone de internet y quizás nunca lo contrate. "Te preguntas si lo necesitas para algo, porque la verdad, saco provecho del móvil, pero quizás ponga la conexión en casa y no la utilice casi nunca", comenta. En su trabajo sí utiliza el ordenador, y asegura que no fue fácil acostumbrarse: "Tengo que apuntar los pasos en un papel para no olvidarme de ellos".
A Josefa Lorenzo su familia le enseñó a usar el teléfono para hacer y recibir llamadas, pero no se plantea aprender a navegar. "Internet paréceme un lío e non me interesa o máis mínimo. Para os novos é útil saber utilizalo, claro, pero para min, non", afirma. Un punto de vista muy distinto al de Javier Martínez, vecino de la ciudad de 64 años. "El primer ordenador que tuve lo compré allá por los años 80, tenía ganas de aprender a utilizarlo, por mera curiosidad", apunta.
En su caso, utiliza las nuevas tecnologías diariamente, aunque reconoce que podría vivir sin ellas: "Hombre, durante muchos años no utilizaba internet, no se me caería el mundo. Pero es cierto que me viene bien, me informo a través de la red todos los días".
El otro punto de vista
A los más jóvenes les cuesta imaginar su día a día sin la tecnología. "Yo utilizo el móvil durante dos o tres horas de forma diaria, y de hecho veo también la parte negativa de hacerlo, a veces te absorbe durante demasiado tiempo y no te das cuenta", comenta Iria Mirasol, de 18 años.
La joven cuenta con perfil de Instagram, la red social a la que le dedica más atención y una de las más comunes entre los adolescentes y jóvenes ourensanos. "Yo puedo usar Instagram media hora al día, más o menos, pero es cierto que a veces te pones a mirar cosas y no lo dejas", comparte Víctor Domingo, de 20 años. Ambos acceden a internet desde niños, desde que tenían poco más de 10 años, y disponen de ordenadores y tabletas, además de teléfonos móviles.
Aurora Prado, de 30 años, también utiliza internet cada día, pero solo a través de su celular. "No soy una fanática de las nuevas tecnologías, de hecho no tengo redes sociales, solo la del trabajo. Entro en Internet cada día para informarme y en el móvil utilizo la aplicación WhatsApp para estar en contacto con mis amigos y familiares", asegura. En su caso, comenzó a utilizar internet de adolescente, con 16 años.
