Para el grupo municipal de la oposición, la dimisión del director general aduciendo discrepancias de criterio con el concejal de Personal no solucionará el conflicto existente en este área, todo lo contrario, aún empeorará la situación salvo que el edil Antonio Rodríguez Penín acompañe a su director general y se vaya también del Concello, señala el PP.
Los populares señalan que esta dimisión era un hecho que se veía venir: Este ejecutivo había quedado desautorizado por el propio alcalde, quien decidió apoyar al concejal frente a las pretensiones de organización que traía Diéguez. Asimismo, para el PP, tras esta crisis interna en el seno del PSOE ourensano lo que subyace es el deseo del regidor de deshacerse del control de su jefe de partido, Manuel Vázquez. De hecho -explican-, el temor a no desairar al conselleiro fue la razón por la que esta dimisión no fue, en realidad, un cese fulminante cuando se materializaron las discrepancias entre el cargo de confianza y el edil.
Por último, la oposición sostiene que los directores generales no han justificado el dinero que cuestan a los contribuyentes, aventurando que Miguel Diéguez se fue por no ser cómplice de una política de Personal que va de conflicto en conflicto con los sindicatos.
