Una reapertura feliz: “Ourense é cidade de barra”

photo_camera Este sábado se hizo efectivo el alivio de las restricciones en la hostelería gallega, suprimiendo la prohibición al consumo en barra.
La hostelería valora el regreso de la atención desde el mostrador, clave para bares y cafés

La sexta ola amainó y Ourense recuperó la barra gracias a la relajación de las medidas. Ya no está prohibido tomar un café rápido, leer el periódico o saborear una copa de vino en la barra del bar. La Xunta había dispuesto esta restricción hasta el 12 de febrero, pero adelantó su suspensión a tenor de la incidencia en retroceso del virus, manteniendo, eso sí, la exigencia de presentar el certificado covid para ser atendido en interiores. Además, se pueden alcanzar ya los 15 comensales en terraza. En cuanto a los horarios permitidos, son ahora los mismos que antes de la Navidad: hasta la 1,00 de la madrugada de lunes a viernes y hasta la 1,30 los fines de semana. Respecto al ocio nocturno, los pubs pueden abrir hasta las 4,00 por la semana y las 4,30 en fin de semana. Las discotecas, hasta las 5,00 de la madrugada. 

Si bien la vuelta de la barra supone una buena noticia para todo el sector, se hace notar especialmente en bares de menor tamaño. Tito Gómez, propietario del Bar Auditorio, lo tiene claro: “Moita xente é de barra. Ourense é de barra”. Y añade que, en establecimientos como el suyo, con mesas contadas, “a barra supón a metade do negocio. Moita xente, se non pode tomar un café e ler o xornal nela, xa nin entra”. José Manuel Salgado, cliente habital, concuerda en este punto. “Son absolutamente necesarias. Tenemos la costumbre de llegar, tomar el café y marchar”, explica. 

“En bares como este, donde no hay mucho espacio, esto nos ayuda bastante”, concuerdan desde Café Oasis. ya que en las barras “la gente está más cómoda, y además no ocupa una mesa con varias sillas”.

Beatriz Alcalá, a cargo de la cafetería La zapatería del abuelo, iniciativa empresarial finalista en los últimos premios de la Asociación de Jóvenes Empresarios de Ourense, también valora el cambio. “A xente está contenta”, resume. Especialmente, aquellos clientes que acuden a su local “para tomar un café exprés e poñerse en marcha, e non lles gusta tanto sentarse”. 

La suavización de las restricciones llega en el mejor momento, después de unas navidades difíciles, y cuando además “os meses de xaneiro e febreiro son difíciles para todos os sectores”. Alcalá recuerda que “antes da pandemia, estimábase que as barras supoñen un 30% da facturación. Eu considero que, hoxe en día, a porcentaxe baixou”, reflexiona, pero estima que se acerca al 20%, un quinto de la facturación total. “Até hai xente maior que fai rondas de bar en bar tomando viños nas barras”, recuerda. En conclusión, “é unha moi boa nova para comezar febreiro con forza”. En otros locales, como la pizzería Rapizz, sostienen que, por el momento, “notamos la misma clientela”. Esperan que el efecto de eliminar la restricción de uso de la barra se note con el paso de los días.

 

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