La reducción de la edificabilidad que el PERI plantea en el solar de Xardín das Burgas mermaría en al menos 15 millones de euros el beneficio neto (descontados ya todos los gastos) que se prometía la empresa con la operación urbanística apadrinada por el ex alcalde Manuel Cabezas; sería así al reducirse ese beneficio de 19,2 millones de euros por la ejecución de su complejo termal en los 19.232 metros cuadrados edificables, a cuatro millones de ahora con las nuevas condiciones urbanísticas del Plan Especial.
El Plan Especial (PERI) de As Burgas, que reduce a 14.000 metros cuadrados la edificabilidad en todo el área de reparto a ordenar, vapulea sin reparo el mastodóntico proyecto de Xardín das Burgas, al reducir sus pretensiones edificatorias de los 19.232 metros cuadrados que le había otorgado el ex alcalde Manuel Cabezas, sin contraprestación alguna para la ciudad, a unos 4.000, situándolo lejísimos de los millonarios beneficios que se prometía el empresario Basilio Martínez Serodio cuando en 1999 desembarcó en Ourense para derribar la Casa de Baños La Moderna -de bajo y dos plantas, a conservar- y construir en su lugar un hotel-balneario de nueve plantas en superficie (más cuatro sótanos y aprovechamientos bajo cubierta). En realidad, los 14.000 de todo el área de reparto, que incluyen la vieja cárcel, los Baños de Outeiro y el solar de la empresa, ni siquiera se acercan a los más de 19 mil que Cabezas había concedido a la parcela del empresario, de tan sólo 4.145 metros cuadrados, el resultado de la suma de la Casa de Baños y dos terrenos públicos de 1.625 metros, en pleno centro, que le vendía el Concello por el módico precio de 290.689 euros.
Pues bien, si aquella abultada edificabilidad se llegase a materializar en el edificio previsto, Xardín das Burgas podría obtener un beneficio neto, descontados los gastos de compra de la parcela, indemnizaciones y construcción del inmueble, de más de 19,3 millones de euros (el resultado de pasar la edificabilidad a uso residencial, la fórmula aplicada habitualmente por los constructores, a un ajustadísimo precio de 220.000 euros por vivienda, siempre a efectos de venta o valoración de inmuebles); y ello, haciendo el cálculo con los datos de inversión y gastos que justificaba la propia empresa, que estimó la inversión a realizar en 22.079.366 euros aunque, según expertos conocedores del mercado inmobiliario, está notablemente inflada, entre otras razones porque comunicaba en 2005 un pago de casi tres millones de euros por la Casa de Baños, cuando entregó por ella 1,5 millones, según manifestó en 1999. No hay que olvidar, además, que esa estimación de gasto lo aportó la empresa cuando ya el Concello, tras los desafortunados sondeos que mermaron alarmantemente el caudal de las fuentes de As Burgas, había rebajado sus pretensiones y Xardín das Burgas se preparaba para reclamar una indemnización que, casualmente, cifró en 20 millones de euros inicialmente.
Claro, la edificabilidad planteada ahora deja a Xardín das Burgas con saldo positivo, aunque con un limitado beneficio de cuatro millones de euros, descontados los gastos de construción de 4.000 metros edificables (calculados, siguiendo el criterio de los constructores, a razón de 600 euros por metro cuadrado) y lo que la empresa dijo haber pagado ya en parcelas e indemnizaciones (cuatro millones). Al final, 15 millones menos y un pelotazo urbanístico fallido.
Pues bien, si aquella abultada edificabilidad se llegase a materializar en el edificio previsto, Xardín das Burgas podría obtener un beneficio neto, descontados los gastos de compra de la parcela, indemnizaciones y construcción del inmueble, de más de 19,3 millones de euros (el resultado de pasar la edificabilidad a uso residencial, la fórmula aplicada habitualmente por los constructores, a un ajustadísimo precio de 220.000 euros por vivienda, siempre a efectos de venta o valoración de inmuebles); y ello, haciendo el cálculo con los datos de inversión y gastos que justificaba la propia empresa, que estimó la inversión a realizar en 22.079.366 euros aunque, según expertos conocedores del mercado inmobiliario, está notablemente inflada, entre otras razones porque comunicaba en 2005 un pago de casi tres millones de euros por la Casa de Baños, cuando entregó por ella 1,5 millones, según manifestó en 1999. No hay que olvidar, además, que esa estimación de gasto lo aportó la empresa cuando ya el Concello, tras los desafortunados sondeos que mermaron alarmantemente el caudal de las fuentes de As Burgas, había rebajado sus pretensiones y Xardín das Burgas se preparaba para reclamar una indemnización que, casualmente, cifró en 20 millones de euros inicialmente.
Claro, la edificabilidad planteada ahora deja a Xardín das Burgas con saldo positivo, aunque con un limitado beneficio de cuatro millones de euros, descontados los gastos de construción de 4.000 metros edificables (calculados, siguiendo el criterio de los constructores, a razón de 600 euros por metro cuadrado) y lo que la empresa dijo haber pagado ya en parcelas e indemnizaciones (cuatro millones). Al final, 15 millones menos y un pelotazo urbanístico fallido.
