La trabajadora de la limpieza se apoderó de un total de 1.450 euros, joyas por importe de 4.249 euros y una bicicleta
El ministerio fiscal reclamó ayer una pena de 12 meses de prisión para una empleada de hogar, Ana A.G., por un delito continuado de hurto en dos viviendas y una oficina de la calle Florentino Cuevillas. En la petición de pena, aplicó la agravante de abuso de confianza.
La mujer reconoció los hechos y pidió perdón pero no hubo conformidad porque la acusación particular (en representación de los moradores) también acusa por un delito de robo en relación con la sustracción de una bicicleta (el fiscal ve un hurto).
Los hechos que llegaron ayer a juicio en el Penal 1 ocurrieron entre abril y junio de 2014 cuando, según el ministerio público, la acusada aprovechó su empleo como trabajadora de la limpieza para apoderarse de 1.050 euros en una oficina de Florentino Cuevillas (dinero del local y 200 euros del bolso de una empleada) así como 400 y joyas valoradas en 4.249 euros en un piso de Juan XXIII. Asimismo, añade las acusaciones, desaparecieron 400 euros de un chalé de Santa Marta de Pereiro y una bicicleta. Esta última, según el fiscal, fue devuelta por la acusada de forma voluntaria a sus legítimos propietarios.
Tanto las dos viviendas como la oficina pertenecían a la misma familia, quien había confiado los servicios de limpieza a la inculpada.
