La reforma electoral levantó ampollas en el pleno municipal

photo_camera Abad, Iglesias y Fernández en primera ila. Detrás, Carballo, Mourelo y Tejada; todos ellos ediles del PP (XESÚS FARIÑAS)

El gobierno local sí consiguió que el pleno rechazara la propuesta del PP que pedía apoyo para la reforma electoral que pretende llevar a cabo el Gobierno de Rajoy, para que gobierne en los concellos la lista más votada. Y para que quedase claro, el asunto se debatió dos veces porque contra la moción popular se plantó otra socialista pidiendo justo lo contrario y no fue posible -el portavoz municipal, Rosendo Fernández, no quiso un debate conjunto- resumir argumentos y posicionamientos.

La propuesta popular la justificó Fernández en el ejemplo de "desgobierno" del Concello de Ourense, tras el pacto PSOE-BNG y la posterior ruptura de las dos fuerzas "perdedoras"; y también en que esta no era sino una iniciativa socialista, expresada en el Congreso en el año 1998 y después en 2004, aunque nunca llevada a cabo.

Pero el portavoz socialista, Vázquez Barquero, negó que la elección directa de los alcaldes y el gobierno de la lista más votada sea una "prioridad" para los ciudadanos; más bien, dijo, "el PP persigue espúreamente lo que no consigue demoráticamente". En parecidos términos se expresó la nacionalista Ximena González, que interpreta la medida en un contexto de "pánico" del PP a perder el poder y las "poltronas".

Este asunto generó un agrio enfrentamiento provocado por el portavoz de DO, Pérez Jácome, que primero criticó a Rosendo Fernández porque llevar al debate un asunto sobre el Concello no tiene competencia y después a la edil nacionalista, que tachó de "ignorante profunda" por referirse al escrutinio de la Ley D'Hondt que, según él, no afecta al reparto de escaños aunque, como ella le aclaró después, son los restos de ese modelo de cálculo los que benefician a los partidos mayoritarios. Claro que, apostilló, "para qué perder o tempo en explicarlle esto se non lle interesa?".

Finalmente, la propuesta del PP fue rechazada porque se unieron en contra PSOE y BNG; la moción socialista que pidió el rechazo al cambio que pretenden los populares obtuvo un empate técnico entre los partidos mayoritarios pues BNG y DO se abstuvieron. El voto de calidad del alcalde decantó el asunto a su favor.

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