La Región celebra su 112 aniversario

Lo que los años esconden Hoy La Región cumple 112 años. ¿Qué significa para una empresa sobrevivir 100 años y más? ¿Siguen teniendo valor para sus clientes eslogans como: “Cien años juntos”, “Tenemos la experiencia de 100 años aquí”? La empresa que publicita su fecha de fundación quiere con eso trasmitir a sus clientes experiencia, orgullo, fidelidad, estabilidad, identificación con ellos y un sentimiento de haber pasado juntos experiencias y afectos más allá de la relación empresario-cliente. Estos valores tienen especial significado en comunidades pequeñas en las que lo de “toda la vida” tiene aún significado. En el caso de un periódico como La Región, superar los 100 años supone que en sus páginas se conserva la historia cotidiana de la comunidad en la que desarrolla su función de informar, comunicar, defender, denunciar, celebrar y los múltiples papeles que desempeña un periódico para la comunidad en la que se edita. Gran parte de la vida de sus lectores está en sus páginas, comenzando por la publicidad de las empresas locales, siguiendo por los vaivenes políticos que se van produciendo, las carencias y los logros. Concretamente, en el caso de la publicidad podría escribirse la historia del comercio local y la actividad económica de esa sociedad, con los anuncios de las tiendas, comercios y profesionales liberales publicados en el periódico. Los textos, las ilustraciones, las ofertas incluidas en los anuncios nos indican el nivel de vida de una sociedad, sus exigencias, sus valores. No es lo mismo ofrecer calidad y cuidado en los productos que se venden que atraer la atención del cliente únicamente por el precio. Las tiendas que marcaron el gusto y las necesidades de los ourensanos están ahí, en los anuncios de La Región. Cuando en 1932 los hermanos Ricardo y Alejandro Outeiriño adquieren la propiedad de la empresa fundada en 1910 por un grupo de empresarios ourensanos capitaneados por el obispo, se repartieron el trabajo. Ricardo cultivó la actividad cultural, atrayendo hacia el periódico a los intelectuales más importantes de Galicia en aquel momento, que colaboraron intensamente en el periódico durante muchos años. Por su parte, Alejandro puso todo su empeño en conseguir una empresa próspera y un periódico ante todo profesionalizado, dando preferencia a la información. El esfuerzo de ambos hizo posible unas páginas literarias y artísticas de considerable nivel. Secciones como el “Índice de lecturas”, durante años a cargo de don Vicente Risco; las esquelas, la información de las villas de la provincia, las Cartas al Director, los Anuncios por Palabras, forman parte de la historia pública y privada de los ourensanos. Cualquiera que pretenda estudiar la historia del siglo XX de esta provincia tendrá, sin duda, que recurrir a la hemeroteca de La Región, como los que quieran conocer qué fue la emigración española a Europa durante la mitad de ese siglo, tendrán que consultar la Edición Internacional de La Región. Y es que, definitivamente, 100 años y más tienen mucho contenido. Siglo y pico contando Ourense Tal día como hoy de 1910, salía por vez primera a la calle el diario La Región. Esa cita de hace 112 años -un siglo, una década y un bienio, que se dice pronto-, se repitió ininterrumpidamente desde entonces cada mañana -a excepción de los lunes hasta 1986, como era costumbre en la prensa de antaño-, para comparecer fielmente ante los lectores contándoles la actualidad más próxima y la de más allá, impresa a través de los 39.416 números publicados desde aquella lejana fecha hasta hoy mismo. Los primeros 75 años transcurrieron en su primera sede de la calle Luis Espada (luego Cardenal Quiroga y hoy Alejandro Outeiriño), en tanto que los 37 siguientes lo hace desde el Polígono de San Cibrao. En aquel Ourense que remataba la primera década del siglo XX era gobernador civil Joaquín Reixa García y la ciudad contaba con 16.000 habitantes (Lugo superaba en esa misma fecha los 35.700), que hoy rebasan los 105.000, en tanto que la provincia superaba los 411.000 conciudadanos (a 1 de enero de 2021 somo algo más de 305.000). De entonces a hoy -y no sólo por lo que reflejan las estadísticas- han cambiado muchas cosas y la vida nada tiene que ver, pero el acontecer cotidiano o extraordinario de la sociedad ourensana ha quedado plasmado en las páginas de La Región, testigo de privilegio de lo acontecido y de la evolución registrada. La aportación de La Región en todo este tiempo rebasó la derivada de ser fedataria de la actualidad en cada momento y jugó un papel activo en la defensa de los intereses generales de la sociedad ourensana. El compromiso de amor a la tierra proclamado en el manifiesto fundacional continúa siendo el norte irrenunciable más de un siglo después y por él ha estado abanderando, impulsando o apoyando cualquier iniciativa que contribuyese a incrementar el bienestar de los ourensanos. En estas páginas tuvieron presencia destacada los más grandes de nuestra historia desde principios del siglo XX. Desde Otero a Risco, de Cuevillas a Blanco Amor, de Ben-Cho-Shey a Casares; de Guede a Gimeno, de Valente a Alvarado, de Celso Montero a Marcos Valcárcel... y tantos otros que contribuyeron -o todavía lo hacen- a certificar que conocimiento e ideas apuntalan el acervo que nos define como pueblo. Aportación bien relevante que en estos momentos adquiere especial significación mientras asistimos atónitos al sistemático y despiadado ataque a la cultura. Esta singladura, auspiciada en sus inicios por el Obispado, con Manuel Cambón como primer director, fue una apuesta personal y decidida de la familia Outeiriño desde 1932, con la entrada de los hermanos Ricardo y Alejandro Outeiriño; el primero como director y el segundo como gestor, hubieron de afrontar la grave crisis por la que atravesaba la empresa, logrando su recuperación y abriéndola a nuevos retos profesionales. A mediados de los años sesenta, retirado Ricardo y con Alejandro Outeiriño -don Alejandro, para el todo Ourense que le conoció y trató- como director, sería su hijo José Luis el que pasó a pilotar la gestión imprimiéndole empuje, audacia y visión de futuro, dando paso a la etapa expansiva más ambiciosa con la compra de una nueva rotativa e implantación del sistema offset -pionero en España-. En 1985 se puso en marcha una planta impresora de última generación en las nuevas instalaciones del polígono de San Cibrao, que sirvieron de soporte a Atlántico Diario, nueva criatura periodística que vio la luz en 1987. En los últimos tres lustros, el timón está manejado por Óscar Outeiriño, que empezó de la mano de su padre y es hoy la tercera generación de la familia al mando del grupo empresarial manteniendo como eje a Ourense y el interés de los ourensanos, desde el que cada día La Región reclama de los representantes públicos acciones decididas que saquen a Ourense de la delicada situación actual, en la que son bien perceptibles los nubarrones que se ciernen sobre el futuro. La reivindicación se hace hoy tan imprescindible como siempre lo ha sido a lo largo de los últimos 112 años y tan necesaria como nunca.