Las residencias de la tercera edad y los usuarios mayores con capacidades mentales mermadas incrementan los casos de la competencia del Juzgado de Familia de Ourense
La sobrecarga de trabajo del Juzgado de Familia de Ourense lo ha convertido en uno de los más saturados de toda Galicia. La gran cantidad de residencias de la tercera edad y de usuarios mayores con capacidades mentales mermadas aumenta de forma notable los asuntos de su competencia. Si en febrero del año pasado este juzgado puso en marcha una oficina, pionera en la comunidad, dedicada en exclusiva a las tutelas y discapacidades, esta semana la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) aprobó renovar, al menos durante seis meses, el refuerzo del Juzgado de Primera Instancia número 6 de la ciudad, especializado en derecho de familia, determinación de la capacidad e internamientos. Esta medida de apoyo consistirá en la renovación de la comisión de servicio, sin relevación de funciones, a favor del titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Ourense, Luis Doval, según fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia.
Tres funcionarios
La oficina de tutelas y discapacidades, situada en la quinta planta del edificio judicial de O Couto, está destinada exclusivamente a todo el papeleo relacionado con estas competencias y cuenta con tres funcionarios, bajo la dirección de un letrado de la Administración de Justicia. Esta oficina facilita los trámites a los ciudadanos que antes acudían al juzgado e intenta evitar que haya trámites sobre capacidades que se prolonguen durante un año.
De hecho, el BNG presentó el año pasado una proposición no de ley en el Parlamento gallego para que se incrementara la planta judicial en Ourense, mediante la creación de un nuevo juzgado de primera instancia para su especialización en familia. Los nacionalistas destacaron que el Juzgado de Familia ourensano registró en 2021 un total de 2.292 casos, cuando el máximo estipulado por el CGPJ es de 1.323.
