Fomento asumirá casi el 86% de toda la inversión desde Taboadela hasta A Ponte, que suma 560,9 millones de euros

La reordenación del casco urbano por la llegada del AVE cuesta 80 millones

Recreación infográfica del aspecto actual de la zona de la estación.
La reordenación urbanística propuesta por el Concello para la integración del AVE dentro del propio casco urbano costará 80 millones de euros (cifra calculada sin IVA), pero a ellos hay que añadir los 481 millones en los que estima el coste del tramo Taboadela-Ourense y el trazado de las vías de la alta velocidad en el entorno de la estación. Así consta en el documento presentado ayer a la oposición y a los agentes sociales por el alcalde, Francisco Rodríguez, la teniente de alcalde, Isabel Pérez, y la concejala de Urbanismo, Áurea Soto.
Los cálculos realizados cargan el peso económico sobre el Ministerio de Fomento y las plusvalías generadas en los terrenos de su propiedad (estas últimas estimadas en 64,9 millones) y dejan para la Xunta una inversión de 15 millones, cinco para el coste del traslado de la estación de autobuses al nuevo recinto intermodal y 10 para el aprovechamiento del corredor ferroviario actual, que quedará liberado.

Pero ¿por qué se elige esta solución y no el soterramiento? 'Temos un barrio (O Vinteún) a unha cota e outro (A Ponte), noutra, 10 metros más baixo e non entendemos por que temos que traballar aínda 10 metros máis abaixo. Non existe ningunha realidade física que o sustente (el soterramiento)', alegó la concejala de Urbanismo, Áurea Soto en su detallada explicación.

En cualquier caso, el cubrimiento de medio kilómetro de vías, entre los actuales talleres de Renfe y la futura estación, dará lugar a la Plaza de la Estación, de 25.000 metros cuadrados, y un coste estimado de 24,8 millones de euros.

Pero el proyecto contempla también una estación intermodal -con un coste de 14,4 millones-, cerca de la actual, que desaparecerá, mientras se recoge la prolongación de la calle Xesús Pousa hasta Río Arnoia (a través de un puente que atraviesa las vías). Aún así, Áurea Soto dejaba abierta la posibilidad de mantener el edificio actual y, entonces, desplazar ligeramente el nuevo vial prolongado. La idea es que el edificio intermodal acoja en su nivel inferior la estación de autobuses, a la que se accedería de forma directa por la plaza pública que se prevé en la avenida de Marín, mientras que en el espacio público ubicado sobre la cubierta de las vías se accedería directamente a la del AVE (aunque se prevé que ambas estarán conectadas).

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