Es el lote más grande que ha enviado el Ministerio de Sanidad a la Diputación de Ourense en toda la pandemia. Más de 420.000 mascarillas quirúrgicas fabricadas en China que caducan dentro de poco más de un mes comenzaron ayer a repartirse de forma urgente por los ayuntamientos de la provincia.
La Diputación, que recibió el material el pasado 28 de abril, dice que intentará distribuirlas de la manera más ágil posible para que puedan ser usadas cuanto antes. Su vicepresidente, Rosendo Fernández, acusó al Gobierno central de “mal uso de fondos públicos y falta de planificación”. Sin embargo, fuentes de la Subdelegación del Gobierno aseguraron a este diario que “se les comunicó por escrito que las mascarillas tenían fecha de caducidad próxima. Les dijimos que si no las querían, podían devolverlas y se las repondríamos en próximas fechas. No sabemos a qué viene esto. No lo entendemos”.
En un almacén
Este lote de mascarillas, que caducan entre el 11 y el 14 de junio, sextuplica al mayor recibido hasta ahora por la Diputación, que sumaba 63.500 unidades y llegó en diciembre de 2021. “Estas mascarillas estuvieron guardadas durante meses en un almacén, en el peor momento de la pandemia, cuando eran tan necesarias para los servicios sociales de los ayuntamientos y los colectivos más vulnerables. Y llegan ahora, de forma masiva, a un mes de caducar”, lamentó Fernández. Desde la Subdelegación insisten, en cambio, en que la Diputación “tiene claro que las quiere y va a repartirlas. En caso contrario, se las habríamos devuelto a la empresa suministradora”.
El reto ahora para la Diputación es afrontar “la dificultad de gestionar y distribuir este volumen de mascarillas con tan escaso margen de validez y teniendo en cuenta la dispersión geográfica que presenta la provincia de Ourense”. Fernández calificó este envío masivo como “otro ejemplo más de la gestión errática que tanto daño está haciendo a los vecinos y a las cuentas públicas”, mientras desde la Subdelegación siguen sin entender que la Diputación critique un envío de mascarillas que podía haber rechazado.
