Alumnas de Empresariales analizaron los impuestos de inmuebles y vehículos del área de Ourense

La revisión catastral marca la diferencia en los recibos de IBI

Lorena Berroterán y Sabela Bóveda.  (Foto: MIGUEL ÁNGEL)
La actualización catastral es mucho más determinante que el tipo impositivo en la recaudación del impuesto de bienes inmuebles (IBI) en los concellos, según pone de manifiesto el trabajo de fin de grado realizado por Sabela Bóveda, alumna de la Facultad de Empresariales, bajo coordinación del profesor Santiago Lago.
El estudio analiza la recaudación de estos impuestos en los 12 municipos de la comarca de Ourense en 2011. Así, en el importe del recibo del IBI, 'el año de revisión catastral es lo que más influye, por encima del tipo impositivo, que apenas es relevante'. De hecho, Concellos con tipos impositivos más altos recaudan menos si el valor catastral está desfasado. Bóveda pone como ejemplo los casos de Ourense y Peroxa: aunque el primero tiene un tipo impositivo más bajo (0,54, frente a 0,60), sus recibos quintuplican a los del segundo, porque en el municipio de la ciudad se actualizó el valor de los inmuebles en 2006, mientras A Peroxa los mantiene desde 1990.

En todo caso, las mayores diferencias en el área metropolitana de Ourense se dan entre Amoeiro y Esgos, ya que el primero actualizó los valores catastrales en 2010, pero el segundo no lo ha hecho desde 1986. Además, destaca que los concellos que actualizaron su censo en torno al año 2006, en pleno auge de la burbuja inmobiliaria, tienen unas cuotas más elevadas incluso que los que lo actualizaron en 2010, por la devaluación del suelo.

Además, aunque los concellos deciden el tipo impositivo, es el Estado (a través del Catastro) el que tiene un papel más determinante. El periodo legal de revisión es cada 10 años, pero no siempre se cumple, sea por responsabilidad de una u otra administración. A juicio de la autora, 'los municipios deberían tener un valor más relevante en cuanto a la revisión del valor catastral', y además, considera que se deberían realizar revisiones cuando se detecten cambios inmobiliarios importantes en la zona y la revalorización no debería depender de decisiones políticas, sino técnicas.

Mientras, otra alumna de la facultad, Lorena Berroterán, realizó un trabajo similar sobre el impuesto de vehículos de tracción mecánica en el área metropolitana de Ourense. En cifras absolutas, es el municipio de la ciudad el que más recauda, también por su mayor número de vehículos. Igualmente, la cuota por vehículo más alta se paga en Ourense, con 68,58 euros en 2010, frente a la más baja que se sitúa en Coles, con 30,81.

No obstante, la autora pone de manifiesto que el peso del parque automovilístico marca grandes diferencias en el volumen de recaudación de los Concellos. De hecho, el trabajo detecta que el primer municipio en cuota per cápita en la recaudación de este impuesto es el de San Cibrao das Viñas (71,61 euros por habitante), y a bastante diferencia de Ourense en segundo lugar (46,64) y también con respeto al último (A Peroxa, con 26,19). La causa que lo explica es la presencia del polígono industrial, con un gran número de empresas y numerosos vehículos censados.

El coeficiente aplicado oscila entre el 1 de la mayoría de municipios y el 1,744 de Ourense (siendo 2 el máximo). El estudio concluye que, si los concellos pequeños aplicasen la media española (1,726) lograrían elevar su recaudación.

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