Riñas y excesos ajenos a los pubs alteran el debut de la noche en Ourense

Una pelea multitudinaria en los Vinos mientras la gente cenaba empañó el estreno de los pubs, que lucían cola a las puertas, demostrando que sí cumplieron en el control de aforo y horario.

¡Parece Fin de Año!”, dice un joven que se intenta abrir paso en la confluencia de las calles Viriato, Fornos y Lúa en el Casco Vello la madrugada del domingo. Hasta las 3 de la mañana, todo fue normalidad en los pubs, que cumplieron a rajatabla la normativa. Las colas se sucedían en todos los locales de los Vinos, una imagen histórica, lo que daba buena cuenta tanto del esfuerzo de los dueños de los locales por cumplir como de las ganas de la gente por disfrutar. “En mi vida había tenido que hacer cola para entrar a todos los locales, es imposible entrar a ningún sitio”, afirmaba un ourensano a las puertas de un establecimiento. “En tres horas, fixemos 1.000 euros, non nos podemos queixar", comentaba otro hostelero. ”Estoy trabajando más que nunca, es una locura atender a todo, a que no entre más gente, pero merece la pena. La gente tenía muchas ganas”, señalaba otro.

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Multitud de personas a las tres y media de la madrugada, media hora más tarde del cierre de pubs. 

El problema, como en otras ocasiones, no estaba en el interior de los locales, sino en los ánimos excitados de personas que, espoleadas por los horarios restrictivos, tomaron las calles causando estragos. Como sucedió la noche del sábado, cuando muchos pubs ni siquiera habían abierto sus puertas. Pasadas las once y media, más de una decena de personas la emprendía a golpes -”Es una de las peleas más fuertes que he visto en los Vinos en bastante tiempo”, decía un testigo presencial-, en una riña tumultuaria en la que volaron taburetes y vasos entre empujones y puñetazos, lo que obligó a algunos hosteleros a recoger las terrazas en la rúa dos Fornos, Viriato y Paxaro, mientras otras personas que se encontraban cenando se levantaban de los asientos para ponerse a buen recaudo dentro de los locales o escapar calle arriba. Esta turba obligó a intervenir a la Policía Nacional y la Policía Local. Una persona resultó herida, fruto del impacto de un taburete, sangrando abundantemente. La Policía Nacional confirmó que no hubo detenidos aunque se abrió una investigación para identificar al autor de la agresión. 

Más incidentes se reprodujeron pasadas las cinco de la mañana, cuando los agentes dispersaron a las masas que se concentraban en las calles del centro todavía dos horas después de que los pubs cerrasen sus puertas. Algunas personas se resistían a marchar lanzaron vasos contra persianas, produciendo estruendo, sin que se produjeran enfrentamientos. En total, durante la madrugada se produjeron 17 denuncias por consumo de alcohol en la calle, ya que la vigilancia incluso se centró en aquellos que consumían bebidas que habían sacado del interior de los locales. Además, se expedientó a un bazar chino que vendía alcohol fuera de hora.

En Verín, se vieron imágenes de excesos en las calles. Algunas personas se arremolinaron en las plazas e incluso un joven produjo destrozos al saltar en repetidas ocasiones en el techo de un vehículo jaleado por decenas de personas.

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