El nivel del agua en el Búbal mantiene cerrado desde hace tres días un bar de Vilaza, que está completamente inundado

Los ríos inundan áreas de recreo y cortan viales en Monterrei y A Limia

El río Faramontaos cerca de las casas. (Foto: A.R)
La nieve y lluvia caída desde que comenzó el mes de diciembre provocó que los ríos Limia, Búbal y Támega se desbordaran anegando bajos de viviendas, explotaciones de áridos y naves industriales, así como áreas de recreo y tierras de cultivo.
El nivel de agua que arrasta el Búbal mantiene cerrado desde hace tres días el bar Alameda de Vilaza (Monterrei). Su dueño, César Cordero, se disponía en la tarde de ayer a achicar el agua en el interior del local y a colocar piedras altas a lo largo de los accesos al negocio para poder abrir las puertas. 'El río debe ser dragado, limpiarlo porque tiene mucha arena', explicó el afectado, recalcando que los daños que le ocasionó la riada son cuantiosos. El Búbal también mantenía anegado en la mañana de ayer el Centro de Saúde de Vilaza y varias calles y bajos de viviendas.

Mientras, el Támega cruzaba por Verín con abundante caudal, que cubría en el municipio de Oímbra dos explotaciones de áridos y las áreas de recreo de Rabal, incluido el campo de fútbol y una pista de tenis, así como las instalaciones deportivas de Tamaguelos (Verín). 'El caudal está descendiendo, pero continuamos atentos por lo que pueda pasar. De momento, no hay peligro para la población', afirmaba el alcalde de Oímbra, Alfonso Vilariño.

El caudal del Támega obligó a siete personas de etnia gitana a levantar el campamento que tenía n instalado en un monte entre Feces de Abaixo y Vila Verde de Raia (Portugal), mientras los hosteleros de Chaves, con negocios cercanos al río, colocaron sacos de arena en los accesos a sus locales para evitar que les entrara el agua. Mientras, la Confederación Hidrográfica del Duero vigila constantemente el río para evitar inundaciones.

El río Limia cortó la carretera entre Moreiras (Xinzo) y Trasmiras y discurría cubriendo parcelas agrícolas en Xinzo, Rairiz de Veiga y Porqueira. Una situación similar se repetía en los ríos Miño, Arnoia, Xares, Orille y Sil. Este último cubrió la playa fluvial de O Barco y el Concello cerró los accesos al cauce desde O Malecón para evitar posibles accidentes entre los viandantes.

El elevado caudal en el río Sil, a su paso por Quiroga (Lugo), dificulta las labores de búsqueda del cuerpo de una mujer que se lanzó al agua hace 1o días desde un puente de la citada localidad.

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