Los ladrones vaciaron la vivienda de un vecino de Castrelo do Val mientras éste estaba ingresado en el Hospital de Verín. Se llevaron 14.000 euros, 15 pares de sábanas y la televisión.
Un vecino de Marbán, en Castrelo do Val, Manuel Fernández García, de 72 años, encontró su casa desvalijada al regresar del Hospital de Verín, después de estar 11 días ingresado en las instalaciones sanitarias. Los ladrones le robaron 14.000 euros en metálico, 15 pares de sábanas, la televisión y una cámara fotográfica.
El septuagenario ingresó en el citado hospital el pasado 28 de diciembre y no fue dada de alta hasta el 9 de enero, que fue cuando se percató de que su vivienda había sido asaltada. Los asaltantes forzaron la puerta de una verja y la de la entrada a la vivienda.
En la localidad sólo quedan cuatro vecinos y ninguno de ellos se enteró del robo, pese a que dos perros custodiaban la vivienda asaltada. A los animales les debieron dar algo de comer y los durmieron, explicó una hermana de la víctima, Dolores García.
Investigación
La víctima, nada más bajar de la ambulancia que lo llevaba a su casa y percatarse del robo, se desplazó al cuartel de la Guardia Civil para denunciarlo. Los agentes acudieron de inmediato al lugar y realizaron una inspección ocular en el inmueble para encontrar huellas que permitan detener a los ladrones, que podrían tener el domicilio en el municipio. La Guardia Civil centra la investigación entre los vecinos ante la sospecha de que los asaltantes conocían que la víctima, que reside sola, estaba convaleciente en el hospital.
La casa tiene una planta baja y dos pisos. Los ladrones destrozaron varias puertas y cristales de ventanas para entrar en las distintas habitaciones, que la víctima había cerrado con llave.
El septuagenario ingresó en el citado hospital el pasado 28 de diciembre y no fue dada de alta hasta el 9 de enero, que fue cuando se percató de que su vivienda había sido asaltada. Los asaltantes forzaron la puerta de una verja y la de la entrada a la vivienda.
En la localidad sólo quedan cuatro vecinos y ninguno de ellos se enteró del robo, pese a que dos perros custodiaban la vivienda asaltada. A los animales les debieron dar algo de comer y los durmieron, explicó una hermana de la víctima, Dolores García.
Investigación
La víctima, nada más bajar de la ambulancia que lo llevaba a su casa y percatarse del robo, se desplazó al cuartel de la Guardia Civil para denunciarlo. Los agentes acudieron de inmediato al lugar y realizaron una inspección ocular en el inmueble para encontrar huellas que permitan detener a los ladrones, que podrían tener el domicilio en el municipio. La Guardia Civil centra la investigación entre los vecinos ante la sospecha de que los asaltantes conocían que la víctima, que reside sola, estaba convaleciente en el hospital.
La casa tiene una planta baja y dos pisos. Los ladrones destrozaron varias puertas y cristales de ventanas para entrar en las distintas habitaciones, que la víctima había cerrado con llave.
