Tres robos se produjeron en las villas de Ribadavia, Carballiño y O Barco en menos de una semana. La primera víctima fue la propietaria del Bazar Mari Sol, en Ribadavia. Según declaró la afectada, 'aparqué el coche para abrir el negocio y ya no me acuerdo si estaba o no la puerta principal abierta, sólo vi un peluche en el escaparate que no tenía que estar allí y ya me percaté que alguien había entrado porque faltaban muchos juegos'.
Los ladrones accedieron al interior del establecimiento practicando un butrón en una puerta que comunica el bazar con el portal de al lado. 'Es una puerta que no está a la vista pero supongo que los que entraron la conocían', apuntó la propietaria. En la tarde de ayer y desde el pasado martes que tuvo lugar el robo, todavía no había hecho el recuento definitivo de lo sustraído. En su denuncia ante la Guardia Civil de Ribadavia valoró las pérdidas en 6.000 euros, pero 'pienso que fue bastante más, porque faltaba el dinero de la caja, equipos electrónicos, incluidas cámaras de fotos y juegos y, además, también destrozaron mucho material'. La afectada reconocía que todavía no ha cobrado el seguro de un robo ocurrido hace aproximadamente tres años y ya está inmersa en otro suceso aún más grave por la cuantía de lo robado. El bazar funciona en Ribadavia desde hace más de 30 años.
En Carballiño, el robo se producía en una vivienda. Los intrusos aprovecharon que D.R.T. había salido un momento fuera y no cerró la puerta de su casa. Cuando regresó se percató de lo ocurrido al echar en falta un billete de 200 dólares y joyas por importe de 8.000 euros. La denunciante declaró que es posible que la hayan vigilado y aprovechado que la puerta estaba abierta.
Por último, un vecino de O Barco también fue víctima de los ladrones, que entraron en su vivienda tras forzar la cerradura de la puerta de la cocina, desde la que accedieron a las habitaciones. El afectado denunció la sustracción de 2.500 euros.
En Carballiño, el robo se producía en una vivienda. Los intrusos aprovecharon que D.R.T. había salido un momento fuera y no cerró la puerta de su casa. Cuando regresó se percató de lo ocurrido al echar en falta un billete de 200 dólares y joyas por importe de 8.000 euros. La denunciante declaró que es posible que la hayan vigilado y aprovechado que la puerta estaba abierta.
Por último, un vecino de O Barco también fue víctima de los ladrones, que entraron en su vivienda tras forzar la cerradura de la puerta de la cocina, desde la que accedieron a las habitaciones. El afectado denunció la sustracción de 2.500 euros.
