Religión

El Rosario de las Antorchas de Fátima: sin velas ni procesión, pero con fe sentida

photo_camera Este jueves, a partir de las 21,30 horas podrás seguir el Rosario de las Antorchas.
El santuario de O Couto acogió un rezo presencial después de un año en que tuvo que celebrarse sin público. Los fieles pidieron por las víctimas de la pandemia y por toda la sociedad en una edición también sin procesión.

“¡Qué hermoso y emocionante!”, exclamaba el copárroco del santuario de O Couto César González al comenzar el Rosario de Antorchas, el acto central de la fiesta de Fátima en la ciudad. Fue otra edición extraña, en la que no hubo velas ni procesión multitudinaria, pero sí gel hidroalcohólico, distancia de seguridad y aforo limitado. Con todo, clérigos y fieles agradecieron poder celebrarla juntos: el año pasado, el estado de alarma obligó a un rosario por streaming, sin público presencial.

La Virgen estuvo acompañada de 260 personas dentro del templo. “No podemos salir en procesión -añadía González-, pero sí podemos honrar a Nuestra Señora de Fátima con el rezo del Santo Rosario”, y a continuación el sacerdote puso “en sus manos” a todas las víctimas de la pandemia. Las alusiones a la situación sanitaria fueron constantes durante los cinco Padrenuestros y las cincuenta Avemarías del rosario: “pedimos por los médicos, por los enfermeros y por los trabajadores sanitarios, (...) también por los hombres de ciencia y sus investigaciones”, se escuchaba como intención antes de alguno de los misterios.

La Encarnación, la Visitación, el Nacimiento de Jesús... Junto a cada misterio de gozo, González ofrecía a la protección de María diferentes partes de la sociedad. De los jóvenes a los ancianos, de los que sufren a los que ayudan. “Los doscientos y pico que estamos aquí representamos a los miles que recorríamos las calles”, destacó González. 

Una vez terminadas las letanías, fue el momento de una “pequeñita procesión” -según apuntó el copárroco Celso Rodríguez-, del altar a la puerta de la iglesia. “María sabe que los hogares de Ourense, de O Couto están abiertos a ella, y quiere entrar”, añadió el sacerdote. 


Gran éxito entre los fieles de las insignias marianas bendecidas

No hubo llamas encendidas, pero muchos de los feligreses que ayer acudieron al Rosario de las Antorchas llevaban con ellos otro símbolo de su devoción a la Virgen Blanca: la insignia mariana que ofrecía La Región para los fieles ourensanos. Bendecidas por el copárroco de O Couto, Celso Rodríguez, las medallas fueron un gran éxito entre los lectores del periódico, que pudieron obtenerlas a lo largo de toda la jornada como preparación a la fiesta de Fátima. 

Con ellas, los feligreses que acudieron por la noche a O Couto pudieron vivir con devoción la tradición del rosario, que nace de la petición que les hizo la Virgen a los pastorcitos en Cova de Iría: que rezasen esta oración a diario , “para alcanzar la paz del mundo y el fin de la guerra”. En la noche de ayer, centenares de ourensanos dentro del templo de O Couto y otros tantos desde su casa -el rosario fue retransmitido en directo por Telemiño y la web de La Región- pusieron en práctica el mensaje de Fátima. 

El sacerdote César González cerró la celebración pensando en el año que viene, deseando recuperar la estampa de la imagen acompañada por miles de vecinos portando antorchas con devoción. 

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