en la provincia

El rural ourensano impulsa nuevos proyectos para detener su abandono

Vilanova dos Infantes es la apuesta de Celanova como referente de la etnografía.
photo_camera Vilanova dos Infantes es la apuesta de Celanova como referente de la etnografía.

Vilanova dos Infantes, A Veiga y Osmo son algunos ejemplos de iniciativas que apuestan por fijar economía y población

La despoblación del rural se ha convertido en una espada de Damocles que condiciona la mayor parte de las decisiones que adoptan los alcaldes de la provincia de Ourense. Ha pasado algo más de un mes desde las elecciones municipales y, durante la campaña, pocos habrán sido los programas electorales de cualquiera de los 92 municipios de la provincia que no apuntasen a la crisis demográfica como uno de los mayores problemas que presenta su municipio. No es mentira que las tierras ourensanas se han convertido en meras espectadoras de poco menos que un éxodo hacia a nuevos destinos. Pero no es menos cierto que todavía queda lugar para la esperanza. 

Hace unos meses, los medios de comunicación pusieron un nuevo término en nuestro vocabulario: La España Vaciada. Una referencia tan simple como lapidaria que muchos se resignan a aceptar. Como si de aquella ilustrada aldea gala se tratase, numerosos puntos de Ourense han optado por no rendirse ante la inercia imperante y echar mano de lo mejor que tienen para demostrar que el rural no solo tiene futuro, sino que disfruta de los mejores condicionantes. 

El objetivo final de conseguir que el rural perviva necesita subir dos peldaños. El primero ha de pasar necesariamente por frenar el descenso para, de ese modo, ascender al segundo escalón, el del rejuvenecimiento de la población. Son muchas las iniciativas que buscan dar una vuelta a la receta del rural valiéndose de los ídilicos ingredientes que siempre lo han rodeado: naturaleza, historia, cultura y patrimonio. Así lo entienden desde la Diputación, que trabaja conjuntamente con la Universidade de Vigo en la puesta en marcha de un observatorio internacional para "dinamizar o rural, xerar emprego, riqueza e, fundamentalmente, render unha homenaxe permanente ás nosas orixes". Lo explica el presidente provincial, Manuel Baltar, entendiendo que el actual constituye "o momento da promoción, da solidariedade, do turismo". 

En clave turística es, precisamente, desde la que se aborda el proyecto global de Vilanova dos Infantes, en Celanova. A las obras realizadas gracias al premio Parabéns de la Xunta de Galicia, que supuso una inversión de 400.000 euros en el burgo medieval, hay que sumar la iniciativa promovida por el Concello bajo el nombre "Vila das Artes". Con la Romaría Raigame como punto de partida, desde el consistorio celanovés trabajan para convertir Vilanova en un centro comercial abierto de los oficios, promoviendo la instalación de artesanos en locales del núcleo e incluyendo la celebración de una  feria mensual de artes y oficios. La intención no sería otra que convertir a Vilanova en un referente de la etnografía gallega, algo que ya ocurre cada 17 de mayo. El objetivo del nuevo alcalde, Antonio Puga, pasa por continuar el proyecto tras la finalización de las obras "tratando de conseguir os orzamentos e os compromisos institucionais necesarios".


Primeros resultados


El mismo galardón ha recaído en su tercera edición en el municipio de A Veiga, que lo empleará en integrar el embalse de Prada en el núcleo rural. Por tercer año, el Parabéns distingue aquellas iniciativas impulsadas por los Concellos para conservar y embellecer los paisajes y núcleos poblacionales. De este modo, serán dos los espacios que han avanzado en su promoción turística gracias a este premio. 

Más allá del Parabéns, existen otras iniciativas institucionales que abogan por impulsar el rural gallego. Es el caso de las Aldeas Modelo de Galicia. De la mano de la Xunta, Cenlle ha propuesto a Osmo como candidata para convertirse en una de las primeras que adquieran la distinción. La iniciativa ha comenzado ya a vislumbrar los primeros resultados. De hecho, el impacto mediático de la noticia ha llevado hasta el Concello a un interesado en adquirir una vivienda en el núcleo, según cuenta el alcalde, Gabriel Alén. "Está tendo moi boa acollida e xa empezou a preguntar xente de explotacións agrícolas e asociacións".

Son algunos ejemplos de cómo el rural ourensano ha empezado a reinventarse. Son 92 municipios los que componen el mapa de la provincia, todos ellos con "dous ou tres casos por concello que paga a pena potenciar e impulsar", insiste Baltar. Apostar por ellos no sólo conllevaría un asentamiento poblacional, sino que también contribuiría a conservar el propio medio. La vida ourensana, humana y natural, está pendiente de esa apuesta.


A Veiga: una labor reconocida y premiada por la Xunta


Los proyectos de mejora esetética del núcleo de A Veiga fueron galardonados con un Premio Galicia Parabéns, que otorga la Xunta. Proyectos como la rehabilitación de la Praza do Toural, en entorno de la Casa Escola de Nenos o el embellecimiento de las calles próximas a la iglesia de Santa María, facilitarán al Concello un ingreso de 400.000 euros, que recibirá en dos anualidades: 2019-2020.

El entorno del embalse de Prada, en el río Bibei, ocupa buena parte de las actuaciones del equipo de gobierno que dirige Juan Anta Rodríguez. La preparación y ampliación de las playas fluviales, hasta conseguir un kilómetro de longitud, o la construcción de un campo de fútbol homologado para la disputa de competiciones oficiales, son otras mejoras introducidas recientemente en esta zona, estas últimas valoradas en más de 100.000 euros.


Castro Caldelas: entre los pueblos más bonitos de España


La localidad de Castro Caldelas está desarrollando proyectos que intentan frenar la despoblación y el olvido. En uno de los accesos a la Ribeira Sacra, ha hecho de su turismo y sus tradiciones uno de sus fortines. Pero la villa cuenta además con una riqueza monumental que intenta explotar para dar visibilidad y generar proyectos que den estabilidad a su economía. Su belleza no pasa desapercibida. Ya a finales del año 2017 entraba en la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España. A mediados del pasado mes de junio cientos de vecinos participaron en el acto oficial de proclamación de Castro Caldelas como uno de los pueblos más bonitos de España. Ya en ese momento la alcaldesa, Sara Inés Vega, adelantó que el distintivo se estaba notando en la afluencia de visitantes a la oficina de turismo de la villa.


Beariz: una apuesta por asociar montes para la explotación forestal y ganadera


El Concello de Beariz promueve un proyecto encaminado a sacar rentabilidad a los montes. Los responsables municipales consideran que la medida podrá contribuir a evitar el abandono del rural. El objetivo está en poner en marcha sociedades de fomento forestal entre los propietarios particulares de los montes para su puesta en valor. Se trata de un plan que impulsa la Xunta y al que se acoge el concello pensando en conseguir una explotación forestal más rentable al unir las propiedades, en las que también tendría cabida la ganadería extensiva e incluso la producción de setas. "La gente no trabaja las tierras porque no son rentables, si lo fuesen ayudaría a evitar la despoblación", apuntan.


Osmo (Cenlle): un modelo de cultivo sostenible de los montes


Los vecinos de Osmo, en el municipio de Cenlle, se muestran ilusionados con la puesta en marcha del proyecto de convertir esta localidad en la primera "aldea modelo" de Galicia, una figura promovida por Medio Rural para conseguir la rentabilidad de unas 20 hectáreas de monte que se encuentran en estado de abandono. Esta iniciativa, impulsada desde el  propio Concello, también conlleva implícitamente la protección de las áreas forestales frente a los incendios, con una limpieza previa de la maleza circundante. El objetivo final es el aprovechamiento de los terrenos con explotaciones agrícolas o ganaderas, con la consiguiente creación de puestos de trabajo, una vez que la candidatura presentada por Osmo reciba el visto bueno de la Xunta. 


Boborás: un comunal quemado se convertirá en un olivar


Dos emprendedores de las Rías Baixas han llegado a un acuerdo con los comuneros de Ventosa, en Boborás, para realizar una plantación de olivos en su monte y producir aceite. Manuel Lastres y Sergio Rey alquilaron 22 hectáreas por un periodo de 30 años con la intención de plantar únicamente variedades autóctonas de Galicia, empezando por la brava y la mansa. Manuel Lastres declaraba que es viticultor, pero que empezó a barajar la idea de la producción de olivos como algo interesante y la alcaldesa de Boborás, Patricia Torres, les puso en contacto con los comuneros de Ventosa para sacar rentabilidad al monte que ya fue pasto de los incendios en varias ocasiones. Tanto los emprendedores como los comuneros esperan que la explotación resulte rentable a partir de los cuatro años desde la realización de la plantación.

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