Sagardoy: “Lo que es bueno para la
 empresa, es bueno para los empleados”

El especialista en Derecho Laboral abogó por un uso responsable por parte de los empresarios de la Reforma Laboral

Juan Antonio Sagardoy Bengoechea, catedrático de Derecho del Trabajo y Seguridad Social y "una de las personas que más saben de Derecho Laboral de España", como recordó Francisco Cacharro Pardo (secretario interventor de la Diputación provincial) en la presentación del ponente, defendió la actual reforma laboral, de la que dijo que "nos acerca a Europa" y abogó por un uso socialmente responsable de ella por parte de los empresarios, buscando siempre "el interés general", que no es otro que hacer posible "una empresa competitiva en un mundo globalizado", porque, como quiso recalcar: "Lo que es bueno para la empresa, es bueno para los trabajadores".

Sagardoy destacó, durante su charla-coloquio en el Foro La Región, que "la economía gira en torno a tres pivotes, los intereses generales, los de los trabajadores y los de los empresarios, y el Estado debe crear el marco para que los intereses de estos dos últimos deriven en la defensa de ese interés general". El catedrático en Derecho Laboral incidió en que la nueva reforma laboral persigue lo que otros países de la OCDE, pasar de un derecho al trabajo protector unidireccionalmente del trabajador "a uno institucional, que dé a la empresa instrumentos para que sea competitiva y de este modo proteger a los trabajadores también".

En este sentido, Sagardoy, que tomó parte en la elaboración del proyecto técnico del Estatuto de los Trabajadores de tiempos de la UCD, recordó que este texto incluyó varios aspectos que mantenían la rigidez del mercado laboral, como el hecho de que los convenios colectivos firmados por los grandes sindicatos y la gran patronal determinaban el marco de relaciones laborales de todas las empresas del sector, incluidas las pequeñas y medianas, "una medida dictada por entonces por el ministro Fernando Abril Martorell".

El experto en Derecho Laboral defendió que ligar los salarios a la productividad y no al IPC "salva empleos, como se ha hecho aquí en Galicia con 2.000 empleos de banca, gracias a una reducción del 10% en el salario", aunque siempre con el compromiso de subirlos en caso de que mejoren las perspectivas económicas de la empresa.

La posibilidad de que las empresas se puedan descolgar del convenio colectivo del sector o la movilidad de tareas e incluso geográfica dentro de la misma industria son otros valores que Sagardoy destaca como positivos de la nueva ley, de la que reconoce que "los efectos inmediatos no son los mejores, pero los mediatos sí lo serán".

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