El sector del siderometal, que ayer inició una huelga en Ourense, es uno de los más heterogéneos de la esfera laboral, ya que incluye actividades que van desde la extracción de la materia prima hasta su venta y mantenimiento, pasando por los distintos procesos industriales, entre los que se incluye la automoción. Según las cifras de Comisiones Obreras, se estima que entre todas las actividades dan empleo a una horquilla de entre 4.500 y 5.000 ourensanos, una cifra “muy flotante” que sube y baja impulsada por la alta temporalidad, y es que como indican desde la central sindical, “las empresas de trabajo temporal (ETT) tienen un peso muy importante”.
Su contribución al empleo provincial se ubica en torno al 5%, mientras que su aporte al cómputo de negocios ronda el 2%. Según los datos del Instituto Nacional de Estadística, la provincia cuenta con 428 negocios dedicados, completamente o en parte, al metal. Estos están marcados por su pequeño tamaño, ya que un tercio no cuenta con ningún asalariado, y solo el 35% supera los dos empleados en nómina. El 65% de estos emprendimientos corresponde a la industria, mientras que el 15% tiene como actividad principal la reparación e instalación de maquinaria y equipo. La tercera actividad dominante es la fabricación de automóviles.
En lo que realmente destaca el sector del metal es en su peso sobre las exportaciones de la provincia. En 2021 aportó al comercio exterior ourensano ventas por 317,5 millones de euros, lo que supone casi un tercio del récord alcanzado, que se ubicó en los 1.016 millones. La actividad que más destaca en este sentido es la fabricación de maquinaria, que facturó 82,2 millones procedentes de otros países. El metal ourensano y sus derivados tienen como principal destino Europa, con Francia, Reino Unido y Alemania a la cabeza.
En lo que respecta a las importaciones, el sector compró en otros mercados bienes y servicios por valor de 201,6 millones, lo que supone un 30% de los 664 millones que la provincia importó el año pasado. La industria del hierro y el acero lideró las adquisiciones extranjeras, con 90,5 millones, que llegaron principalmente desde Italia (35 millones), Francia (14,6) y Portugal (12,5). La segunda actividad que más importó es la automoción, con 36,3 millones, de los que 6,2 se compraron en Portugal, y otros 5,9, en Francia.
La decana del Colegio de Economistas de Ourense, Carmen Sampayo, alerta del “momento económico excepcional” imperante, que también afecta al sector del metal, y que se caracteriza por “unha crise na cadea de suministros de compoñentes necesarios para o sector xunto con problemas loxísticos importantes, unido á elevada inflación e o encarecemento da enerxía”. Ante este contexto insta a las administraciones a que “se impliquen co problema e ofrezan axudas tanto para as empresas como para as familias máis vulnerables”.
