Seixalbo presume de nuevo doctor, Carlos Míguez

Carlos Míguez, cura administrador de la parroquia de Seixalbo y doctorado en Humanidades.
photo_camera Carlos Míguez, cura administrador de la parroquia de Seixalbo y doctorado en Humanidades.
El párroco de la localidad defiende con éxito su tesis sobre arte e historia medieval de Celanova

La parroquia de Seixalbo ya puede presumir de nuevo doctor en Humanidades. Carlos Míguez, cura administrador de la localidad, defendió ayer con éxito su tesis titulada “Celanova Medieval: un recorrido por la historia y el arte del Monasterio de San Salvador de Celanova”. En ella Míguez, natural de Entrimo, arrojó luz sobre un periodo normalmente considerado oscuro, cuando realmente fue “una época de grandes logros artísticos”

El ya doctor Carlos Míguez escogió la historia de Celanova como tema para su trabajo porque le interesaba “su historia y su arte y quería conocer más sobre el lugar”. La tesis aborda la capilla de San Miguel del siglo X, de lo que fue el monasterio románico de Celanova, y el “valioso tesoro de San Rosendo, aunque algunos elementos del mismo son posteriores a él”. Este tesoro incluye singulares piezas de ajedrez de cristal de roca, el anillo de San Rosendo del siglo IX, un cáliz y un báculo, entre otros elementos. 

Para el párroco, los gallegos cada vez adquieren “más conciencia de la historia y el patrimonio de Galicia, no es necesario irse fuera a buscar cosas que pueden ser inferiores a las nuestras”. Pone como ejemplo el tesoro de Celanova: las piezas de ajedrez de cristal de roca son muy valoradas, ya que “ocho de las 200 que hay en el mundo están en Celanova”. 

En su trabajo también desmitifica algunas leyendas, como la que cuenta que el emperador Carlos V de Alemania y I de España barajaba la posibilidad de pasar sus últimos días en Celanova. Según el doctor Míguez, es “todo lo contrario, el monasterio de Celanova estaba en contra de Carlos V”. Y es que en el año 1551 “la hermana del emperador vendió al conde de Monterrei la villa de Verín, una de las joyas de Celanova”. El doctor relata que existe la posibilidad de que el monasterio borrase un escudo de armas de Carlos V “como revancha”. “Aunque quisiese ir a Celanova, el emperador probablemente no habría sido bien recibido” recalca. 

El cura de Seixalbo seguirá estudiando tras dos grados y una tesis. Míguez reconoce que “ya me he matriculado en diez asignaturas de Historia del arte”. “Hoy día hay facilidades para estudiar, y quiero perfeccionarme en humanidades”, remata

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