Selfis para la posteridad

Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez, Felipe VI, Manuel Baltar, Miguel Santalices y Ana Pastor en la estación de Ourense.
photo_camera Alberto Núñez Feijóo, Pedro Sánchez, Felipe VI, Manuel Baltar, Miguel Santalices y Ana Pastor en la estación de Ourense.
Ourense vibró con el AVE: el rey quiso hacerse una foto con el gaitero que lo recibió en A Gudiña, mientras en la estación de A Ponte le esperaban decenas de ourensanos para lograr su selfi. Hubo quien prefirió ver el tren desde alguno de los puentes de la ciudad

Nada más poner un pie en la estación de A Ponte, el rey Felipe VI fue recibido con la “Anterga Alborada de Ourense”, una melodía antiquísima con la que la Real Banda de Gaitas de la Diputación se metió al monarca en el bolsillo. Aunque ya venía “conquistado”: 45 minutos antes, en A Gudiña, el rey quiso hacerse una foto con el gaitero Marco Foxo tras emocionarse con el “Himno do antergo Reino de Galicia”. El selfi forma parte del anecdotario de la llegada de la alta velocidad a Galicia por Auria, que vino con altas medidas de seguridad, tráfico complicado durante toda la jornada, ourensanos agolpados en la estación y, por qué no, también algún despistado que no sabía de qué iba la movida. ”E logo aquí que hai?”, se preguntaba alguno. El primer AVE puso patas arriba la ciudad. 
 

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El helicóptero sobrevolando Ourense a media mañana ya avisaba a los ourensanos del acontecimiento. No solo en A Ponte se agolparon los curisosos y periodistas llegados de todas partes de España. Hubo quien buscó el mejor ángulo para retratar la llegada de la alta velocidad. En la pasarela del centro comercial, varios ourensanos disfrutaron de la llegada del AVE desde otra perspectiva, menos agobiante. Aunque el epicentro del evento estaba en la estación. Como si de un ídolo musical se tratase, más de uno gritó al rey “¡Felipe!”, “¡Felipe, guapo!”. Y a quien decía “¡Viva el rey!”, otro contestaba un muy acaído “¡Y viva el tren!”. Aunque, cómo no, el monarca también se llevó alguna crítica. Y con sello gallego. El más original y el que más ímpetu le puso fue el hombre que le espetó un: “Vai traballar, lambón!”, después de pedirle puntualidad y debatir sobre los ERTE. 

Al selfi del gaitero se suma el de la operaria de la estación que insistió hasta conseguir una foto con Felipe VI y un saludo con el puño, adaptado a los tiempos de pandemia. De hecho, el rey saludó de esta forma a varios de los congregados en la estación. Quienes también se vieron desbordados fueron los viajeros que tenían que coger algún tren. A más de uno le sentó como un tiro la llegada del AVE: entrar a la estación era casi una odisea. Otros fueron los manifestantes: varios pidieron, cartel en mano, una intermodal digna. Una exposición sobre el AVE, a pie de estación, espera a los visitantes para conocer, con pausa, la alta velocidad de Ourense.

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