La producción de cereal se ha reducido a casi la mitad, las plantaciones de vides se han paralizado y los ganaderos ya recurren a la compra de forraje

La sequía hace peligrar el futuro de las pequeñas explotaciones

Un agricultor araba ayer una finca en A Limia, a pesar de la falta de humedad en la capa    freática, necesaria para un correcto desarrollo vegetativo del cultivo. (Foto: XESÚS FARIÑAS)
Una gran parte de las explotaciones agroganaderas de la provincia se encuentran con la soga al cuello debido a los efectos de la sequía persistente durante los últimos meses. Una situación que se suma a la reducción de beneficios de la temporada pasada, en la que disminuyeron los precios en origen pagados por los distribuidores.
Los ganaderos ya se están viendo obligados a recurrir a la compra de forraje para alimentar a las reses y no tener que sacrificarlas, lo que crea serias dificultades económicas para la viabilidad de las pequeñas explotaciones, según se advierte desde el Instituto Ourensán do Campo, más aún, si se suman los costes añadidos del transporte con unos precios de los combustibles al alza. 'As explotacións máis pequenas están en serio risco de desaparecer se continúa esta merma na produción das colleitas', apunta Servando Álvarez, director del Centro Agrogandeiro del Inorde, ubicado en A Limia.

El cultivo en el que más se han dejado sentir los problemas derivados de la sequía es el cereal de invierno, cuya producción se ha reducido a casi la mitad. Sin embargo, si continúan sin producirse lluvias considerables durante los meses de marzo y abril, explica Álvarez, podrían alterarse seriamente los ciclos de los cultivos de temporada, como el cereal de primavera o, incluso, la patata. 'As explotacións que mellor soportarían esta situación serían as que conten cun sistema de regadío moderno, pero aínda así non estaría asegurada toda a produción debido as posibles restricións hídricas para manter os caudais ecolóxicos dos ríos', añade el director del Centro Agraogandeiro del Inorde.

A la espera de iniciarse el ciclo de la siembra de los productos hortifrutícolas de la temporada, ya hay voces que dibujan un panorama desalentador con fuertes pérdidas y retrasos en las producciones porque 'non hai a suficiente humidade na capa freática como para sementar e, nesta situación, nin sequera se pode meter a maquinaria nas fincas para labrar a terra', según alerta el responsable comarcal de la Federación Rural Galega, Xosé González. Si sigue sin producirse un cambio en la tendencia meteorológica, añade González, 'as administracións teñen que facer un planeamento sobre a situación de continxencia e valorar os apoios a estos sectores que xa acarrexan graves problemas pola merma dos prezos de comercialización'.

Sin embargo, las lluvias también podrían convertirse en un arma de doble filo para los cultivos que estén en sus primeros ciclos vegetativos, si se producen de forma torrencial. Entonces, aumentarían los riesgos de propagación de plangas y hongos en los cultivos, como el mildiu en la patata, advierte Servando Álvarez. Asimismo, 'rebrotaría a herba entre as plantacións de cerais, o que dañaría o cultivo e disminuiría a súa produción', añade.


SECTOR VITIVINÍCOLA

Las cepas son plantas resistentes a la sequía, pero el déficit hídrico provocaría que la producción de esta cosecha disminuyese. 'A raíz precisa de humidade para poder soportar a carga de uva, polo que se continúa a seca na primavera, cando comecen a agromar os racimos, a produción reduciríase e, incluso, habería que podar en verde porque tamén ocasionaría problemas de maduración', indica Jorge Mazaira, técnico vitivinícola del Consello Regulador de Valdeorras.

En el sector ya se están produciendo pérdidas económicas derivadas de la paralización de las plantaciones de vides planificadas por los distintos consellos reguladores. La decisión viene motivada por la escasa humedad del terreno en la que no podrían sobrevivir los injertos 'e temos medo a perder as novas plantacións', añade Mazaira.

Hasta el momento, las explotaciones vitivinícolas y agroganaderas resisten el envite de la persistente sequía, pero son conscientes de que esta situación no podrá sostenerse mucho más en el tiempo.

FEBRERO FUE UN 90 POR CIENTO MÁS SECO DE LO NORMAL

El mes de febrero ha sido un 90% más seco de lo habitual, según los últimos datos proporcionados por Meteogalicia y que el conselleiro de Medio Ambiente, Agustín Hernández, comunicó ayer a los diputados autonómicos en la sesión parlamentaria. El conselleiro también explicó que los datos confirman la extrema sequía durante los meses de invierno, en los que se manifestó un déficit hídrico superior al 70%, si se compara con el resto de la serie histórica.

A medio plazo, el panorama tampoco es muchos más esperanzador. Según las previsiones de Meteogalicia, no se esperan lluvias en la provincia en lo que queda de semana y durante la semana del 12 al 18 de marzo las posibilidades de lluvias puntuales son inferiores al 10%.

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