La hospitalización psiquiátrica que todavía permanece en Toén será trasladada al hospital de Piñor, donde ocupará la segunda y tercera plantas. La decisión adoptada responde, según el Sergas, a una 'demanda histórica' por parte del Servicio de Psiquiatría y del sector de salud mental, ante la situación del edificio actual, cuya 'inconclusión e abandono imposibilitan a adaptación á normativa actual e o fai irrecuperable para a asistencia psiquiátrica moderna'.
El traslado, sin embargo, no será inmediato, ya que es preciso acondicionar las instalaciones de Piñor a las necesidades concretas del servicio, a pesar de que ya se realizaron mejoras el pasado verano. No obstante, fuentes del Sergas insistían ayer en que 'a idea é que sexa rápido pero hai que facelo ben. Posiblemente será ó longo deste ano'.
Las actuales instalaciones de Toén registran una media de ocupación de 58 camas y un total de 180 ingresos anuales. Con estas cifras, el traslado a Piñor es posible gracias a la liberación de espacios que en este hospital hará posible la unificación del servicio de Medicina Interna, que hasta el momento ocupaba la primera planta del edificio y parte de la segunda y que en la actualidad está inmerso en una serie de cambios que pasan por promover la atención ambulatoria y una organización más coordinada con Atención Primaria, por lo que ve preciso centralizar las camas y el personal en el perímetro urbano. Por su parte, el futuro de las instalaciones de Toén todavía es una incógnita. 'Aínda é prematuro pero preténdese que sexa de utilidade pública', dicen en el Sergas.
La centralización en Piñor de la hospitalización psiquiátrica de Toén se produce después de que, a la vista de la situación de las instalaciones de Toén y ante la ausencia de planificación de unas nuevas, desde Psiquiatría se planteara la necesidad de buscar una solución para el servicio y se pensara en el hospital de Piñor. Y es que este área ve importante la disponibilidad de espacios abiertos para el mantenimiento de los programas que se realizan al aire libre y permitir continuar con determinadas terapias (como las que incluyen animales), entre otras cuestiones.
Según el Sergas, tanto esta propuesta como los cambios en Medicina Interna cuentan con el apoyo de los especialistas de ambos servicios, por lo que desde el Complexo Hospitalario de Ourense solicitó a los responsables la elaboración de un documento de trabajo, que recibió el visto bueno de la dirección por 'axeitada e viable'.
Mientras, la presidenta de la asociación de familiares y enfermos mentales Morea, Ángeles Fernández, afirmaba que el cambio 'no es todo lo deseable pero es un paso importante. Sobre todo, por la dignidad de las personas, dado que las instalaciones (de Toén) están muy deterioradas'. Fernández Araújo también valora positivamente que el hospital de Piñor está mejor comunicado, al contar con autobuses, y conservado.
Las actuales instalaciones de Toén registran una media de ocupación de 58 camas y un total de 180 ingresos anuales. Con estas cifras, el traslado a Piñor es posible gracias a la liberación de espacios que en este hospital hará posible la unificación del servicio de Medicina Interna, que hasta el momento ocupaba la primera planta del edificio y parte de la segunda y que en la actualidad está inmerso en una serie de cambios que pasan por promover la atención ambulatoria y una organización más coordinada con Atención Primaria, por lo que ve preciso centralizar las camas y el personal en el perímetro urbano. Por su parte, el futuro de las instalaciones de Toén todavía es una incógnita. 'Aínda é prematuro pero preténdese que sexa de utilidade pública', dicen en el Sergas.
La centralización en Piñor de la hospitalización psiquiátrica de Toén se produce después de que, a la vista de la situación de las instalaciones de Toén y ante la ausencia de planificación de unas nuevas, desde Psiquiatría se planteara la necesidad de buscar una solución para el servicio y se pensara en el hospital de Piñor. Y es que este área ve importante la disponibilidad de espacios abiertos para el mantenimiento de los programas que se realizan al aire libre y permitir continuar con determinadas terapias (como las que incluyen animales), entre otras cuestiones.
Según el Sergas, tanto esta propuesta como los cambios en Medicina Interna cuentan con el apoyo de los especialistas de ambos servicios, por lo que desde el Complexo Hospitalario de Ourense solicitó a los responsables la elaboración de un documento de trabajo, que recibió el visto bueno de la dirección por 'axeitada e viable'.
Mientras, la presidenta de la asociación de familiares y enfermos mentales Morea, Ángeles Fernández, afirmaba que el cambio 'no es todo lo deseable pero es un paso importante. Sobre todo, por la dignidad de las personas, dado que las instalaciones (de Toén) están muy deterioradas'. Fernández Araújo también valora positivamente que el hospital de Piñor está mejor comunicado, al contar con autobuses, y conservado.
