El turno de 70 agentes en la ‘San Martiño' reducirá a mínimos la presencia de policías locales en la calle dos semanas, para recuperar los descansos
Jubilaciones, amortizaciones de plaza, falta de agilidad en la gestión de nuevas ofertas públicas de empleo y el decreto del Gobierno central para garantizar la estabilidad presupuestaria de los concellos, prohibiendo la contratación de nuevo personal salvo para servicios prioritarios e urgentes si se justifican debidamente, ha puesto contra las cuerdas a más de media docena de departamentos municipales en el Consistorio de la ciudad.
Los cuerpos de la Policía Local y los Bomberos son los más afectados, según los sindicatos y a juzgar por como se refleja la precaria situación en la organización de actos de participación masiva de personas; pero el Concello tiene una gran carencia, reconoce la directora xeral de Personal, Carmen Rodríguez Dacosta, en el cuadro de técnicos, y ahí uno de los departamentos más afectados es Urbanismo, que estuvo meses sin topógrafo, por ejemplo. Servicios más cotidianos como el de cementerios pasan también por una situación crítica y hasta faltan docentes en la Escola de Música, véase el conflicto, que se repite del año pasado, por la carencia de un profesor de violín.
La aprobación del presupuesto de 2014, que entrará en vigor en cuanto sea publicado en el Boletín Oficial de la Provincia, puede paliar algo la situación porque incorpora una oferta de empleo con más plazas para agentes locales y bomberos, aunque la mejora del servicio será, en el primer caso, a medio plazo, ya que, una vez que aprueben la oposición aún tendrán un año de prácticas en academia. Por ello, el sindicalista y policía local Julio Domínguez, de USO, piensa que, en el mejor de los casos, no habrá más policías hasta 2016.
Son las carencias de este Cuerpo las que han quedado más en evidencia en los últimos tiempos, hasta el punto de conducir a la suspensión del Día da Bici por falta de agentes suficientes en el servicio. Hoy, carrera de San Martiño, está garantizada la presencia de 70 policías, porque los agentes recibieron un escrito individual mandándoles estar de turno; claro que a costa de mermar la presencia policial en las calles durante la semana previa y la que mañana comienza, para recuperar los descansos que han perdido al trabajar hoy.
En realidad, desde el año 2010, la ciudad perdió 30 policías locales, entre jubilaciones y amortización de plazas, quedándose en 130 actuales -entre mandos y agentes- frente a los 170 que había en 1989, pese a que entonces la ciudad no llegaba a los 100.000 habitantes. Además, señala Domínguez, la edad media de los agentes ronda los 50 años, demasiado alta para garantizar efectividad al cien por ciento.
La culpa
Rodríguez Dacosta culpa de todo ello a la política de restricción del PP, que limitó hasta ahora la tasa de reposición de personal de los servicios municipales en un 10%; es decir, tendrían que jubilarse 10 agentes en el mismo año natural para que pudiese ser contratado uno. Ahora vuelve a ser del 100%, lo que podría aliviar la cuestión. Pero Domínguez, que reconoce este problema, apunta uno más: la amortización, incluso antes de la prohibición de contratar, de hasta 25 plazas de policías, siendo el actual alcalde, Agustín Fernández, concejal responsable del Cuerpo. "Desaparecieron de la RPT y ello unido a jubilaciones y falta de oferta de empleo", dejó el Cuerpo en 130 agentes y la sensación de una menor presencial policial en las calles.
De hecho, ya no hay patrullas propias en los barrios y en A Ponte, el más populoso, lo notan. Además, no se pueden cubrir todos los servicios y es preciso desviarlos en algunos casos a la Policía Nacional. Según los cálculos de los agentes, si en los "buenos" tiempos, cada turno contaba entre 30 y 40 agentes (incluidos mandos), ahora el turno se reduce a 10 ó 12, como ya se vió el domingo en el que se celebró la manifestación ciclista, sustituta del Día da Bici. Además, más de la mitad de la plantilla trabaja son comunicación porque no hay aparatos suficientes para todos, aunque el problema de la falta de medios es otra cuestión.
