Contundente y desproporcionada. Así ven los sindicatos policiales el expediente y sanción de dos policías autonómicos de Ourense a raíz de una queja efectuada por un educador del centro de menores. Se quejan también de la indefensión, duda y temor que sufren, algo que niegan desde la Policía Autonómica.
La apertura de sendos expedientes a dos agentes de la Policía Autonómica en Ourense ha sido duramente criticada por los sindicatos policiales SUP, CEP y UFP. Todos ellos califican de indefensión la situación por la que atraviesan sus compañeros, después de que hubieran sido expedientados por la queja efectuada por un educador del centro de menores Monteledo al no gustarle la cara que tenían los dos policías ese día. Se quejan también de la actitud del comisario, jefe de la unidad (en Santiago), quien de nuevo da más crédito a las afirmaciones de terceras personas que a las de unos funcionarios policiales, siendo unos buenos profesionales, con más de 10 años en el servicio de menores, obteniendo numerosas felicitaciones y condecoraciones en ese servicio.
Los sindicatos critican la persecución a la que en muchos casos se ven sometidos los policías destinados en la Unidad Adscrita de Ourense, quienes últimamente se ven afectados por las rabietas del comisario, jefe de la Unidad. Todo ello genera, según ellos, un clima de indefensión, duda y temor, principalmente en los adscritos al servicio de menores. Añaden su extrañeza por la contundente y desproporcionada sanción impuesta (cuatro días de suspensión) y consideran ilógica la actitud del comisario, jefe de la Unidad asó como la del jefe provincial, al dar más crédito a terceras personas que a sus propios funcionarios policiales.
Mientras, fuentes de la Policía Autonómica señalan que a estos funcionarios se abrió expediente y sanción por una falta leve con las garantías procesales y sin indefensión y que pueden recurrir.
Los sindicatos critican la persecución a la que en muchos casos se ven sometidos los policías destinados en la Unidad Adscrita de Ourense, quienes últimamente se ven afectados por las rabietas del comisario, jefe de la Unidad. Todo ello genera, según ellos, un clima de indefensión, duda y temor, principalmente en los adscritos al servicio de menores. Añaden su extrañeza por la contundente y desproporcionada sanción impuesta (cuatro días de suspensión) y consideran ilógica la actitud del comisario, jefe de la Unidad asó como la del jefe provincial, al dar más crédito a terceras personas que a sus propios funcionarios policiales.
Mientras, fuentes de la Policía Autonómica señalan que a estos funcionarios se abrió expediente y sanción por una falta leve con las garantías procesales y sin indefensión y que pueden recurrir.
