ENTREVISTA

“El síndrome de brugada causa el 20% de muertes súbitas en personas sanas”

El médico limiano Moisés Rodríguez formó parte del grupo encargado de investigar el síndrome de Brugada, una dolencia cardiaca de reciente descubrimiento que es capaz de producir la muerte súbita

El médico limiano Moisés Rodríguez formó parte del grupo encargado de investigar el síndrome de Brugada, una dolencia cardiaca de reciente descubrimiento que es capaz de producir la muerte súbita. Su último trabajo publicado analizó la incidencia de esta dolencia en mujeres embarazadas, después de darse varios casos de arritmias durante la gestación.



¿Qué es el síndrome de Brugada y qué produce?

Es una afectación que produce una alteración en uno de los canales que están implicados en la relajación eléctrica del corazón. Esta relajación alterada puede traer consigo riesgo de arritmias, tanto auriculares como ventriculares, que pueden producir muerte súbita. Es difícil precisar detrás de cuántos de estos fallecimientos está el síndrome, pero lo que sí se sabe es que produce el 20% de las muertes súbitas de personas que no tenían ningún tipo de riesgo ni problema cardiaco.



¿Existe este riesgo de fallo cardiaco en todos los casos de esta dolencia?

La enfermedad tienen un amplio espectro de manifestaciones, desde pacientes afectados por el síndrome que no tienen ningún tipo de riesgo a otros que sí tienen mucho. Por tanto, el síndrome de Brugada no tiene por qué causar alarma entre todos los que lo padecen. Hay gente que tiene esta enfermedad y que no tiene que cumplir con nada más que unas sencillas precauciones médicas. Sí es necesario, en los casos más complicados, ponerle al paciente un desfibrilador bajo la piel, que es un pequeño aparato con un marcapasos que, si detecta una arritmia, envía una descarga que reactiva el corazón.



¿Se adquiere por contagio o es hereditario?

Mayoritariamente, se trata de una enfermedad genética, aunque también puede haber mutaciones llamadas "de novo", en las que el paciente, a pesar de que no lo tienen sus progenitores, adquiere el síndrome de Brugada después de experimentar una mutación espontánea y transmitir la enfermedad a sus descendientes.



¿Cómo tratan la enfermedad quienes la padecen?

Lo primero que se hace es estratificar el riesgo, evaluando si el paciente sufre un riesgo bajo o alto. Si este riesgo es leve, lo primero que se debe hacer es proporcionarle una lista de fármacos que están contraindicados porque pueden agudizar más la posibilidad de sufrir arritmias ventriculares. La segunda medida consiste en controlar distintos procesos corporales, como la fiebre y los aumentos de temperatura, que pueden provocar alteraciones en las células y desembocar en arritmias en pacientes con el síndrome de Brugada, por lo que la fiebre se trata de forma muy enérgica. Además, en el caso de pacientes con riesgo de arritmia se puede introducir un tratamiento farmacológico que contrarreste los efectos de la enfermedad. Para los casos de riesgo cardiaco alto, el único tratamiento probado es el implante de este desfibrilador.



¿Cuándo se empezó a investigar el síndrome?

El primero en describir el síndrome en 1992 fue el doctor Pedro Brugada, con quien tuve la suerte de trabajar varios años hasta mi incorporación al Hospital de Santiago, hace un año. En el descubrimiento también participó su hermano, Josep Brugada. Ambos estudiaron los casos de nueve pacientes que habían sufrido arritmias ventriculares y que tenían un patrón muy característico y nunca estudiado en su electrocardiograma.



¿En qué lugares tiene mayor incidencia?

Destaca la altísima cantidad de casos que se dan en Tailandia, donde se le llegó a dar el nombre de "Lai Tai" ("muerte durante el sueño"). Como afectaba mayoritariamente a los hombres, estos se iban a dormir vestidos y maquillados como mujeres, ya que temían que había un espíritu que por las noches iba a buscarlos y llevárselos.

¿Cuál ha sido su aportación a las investigaciones sobre el síndrome?

Gran parte del trabajo relativo al síndrome se debe a lo que descubrieron Pedro y Josep Brugada. Yo he trabajado en varios aspectos, como es la relación las arritmias auriculares y el síndrome de Brugada. Mi investigación más reciente ha sido acerca del vínculo entre las mujeres embarazadas y la enfermedad, en la que evalué los riesgos de que sufriesen arritmias ventriculares y si había que alertarlas o no.



¿En qué consistió este último trabajo?

La idea de la que partíamos era que los estrógenos -hormonas sexuales sólo presentes en la mujer- protegen a las pacientes con síndrome de Brugada de presentar arritmias ventriculares y muerte súbita. De hecho, las mujeres tienen menos riesgo de sufrir problemas cardiacos. Sin embargo, hace unos años salieron artículos que hablaban de dos mujeres embarazadas que padecían el síndrome y que habían tenido arritmias durante la gestación. La investigación trató de comprobar si los desequilibrios hormonales que se producen durante el embarazo podían estar detrás de este mayor riesgo. Así que de modo retrospectivo analizamos los casos de 104 mujeres con el síndrome que habían dado a luz, y lo que comprobamos es que no se daba una mayor frecuencia de estas arritmias.



¿Cree que llegará a erradicarse en algún momento?

Al tratarse de una enfermedad relacionada con los genes, ésta queda impregnada en el ADN, así que es muy difícil. Se está empezando a usar la terapia génica, basada en la selección de genes, pero hay pocos avances por el momento.

Te puede interesar