Restricciones en Ourense

Situación crítica para los bares sin terraza: “Es un K.O. a muchos negocios hosteleros”

La prohibición de servir en interiores y la reducción del aforo exterior al 50% condena a muchos bares y restaurantes a renovarse o morir el sábado.

Si las nuevas restricciones hacia la hostelería ya son perjudiciales de por sí para el sector, para los locales sin terraza la situación es crítica. La prohibición de servir en interiores y la reducción del aforo exterior al 50% condena a muchos bares y restaurantes a renovarse o morir el sábado.

Para muchos hosteleros, las restricciones anunciadas en Ourense son la gota que colma el vaso. Algunos prefieren ni hablar de las mismas, tanto por impotencia como por rabia, después de un año de golpes al sector. Otros asumen la situación con ironía, caso del dueño del Bar Orellas, que aunque cree que la culpa del aumento de casos “lo transmiten por comodidad a los bares de interior”, se resigna a “obedecer como ovejitas, que es como nos están tratando”. Para él, las opciones de reformarse pasan por lo que diga “el señor Feijóo, que nos ha toreado y arrimado a las tablas”.

A pesar de que hosteleros como Manuel Morales, de Bamboleo Café, intentarán ofrecer más servicios a domicilio, con coctelería incluida, no todos ven solución ante la perspectiva de afrontar un nuevo cierre. Tito Gómez, propietario del Bar Auditorio, no ve una salida clara. “No tengo terraza y vivo del interior. No tengo servicio a domicilio y no me llega para cubrir gastos”, explica Gómez. Añadió también que para algunos locales este sería “el golpe definitivo”.

En la misma línea se manifestó Luis Roales, del Restaurante Monterrey. “La decisión de la Xunta es un K.O. a un gran número de negocios hosteleros”, comenta Roales tras resaltar que ofrecer servicio a domicilio con las terrazas funcionando no les salvará. Para José Antonio Rodríguez Pérez, conocido como Pepe Callos y propietario de Fuentefría, “es la gota que colma el vaso, no se puede aguantar más”, lamentando el casi seguro cierre de su local. El dueño de Fuentefría declaró que, ante estas “medidas sin sentido”, los establecimientos deberían plantearse abrir igual y negarse ante las restricciones.

 

LOS HOSTELEROS PLANTEAN SUS PROPIAS SOLUCIONES

Ante la inminente tragedia para la hostelería de interior, los dueños de estos locales reclaman y plantean sus propias soluciones. Pepe Callos cree que tiene que haber otra forma de hacer las cosas, caso también de Tito Gómez, quien sugiere que sus locales funcionen como el ocio nocturno, donde los clientes deben presentar una PCR negativa o una pauta de vacunación completa para acceder. Otra de las opiniones es limitar el botellón y no restringir tanto la hostelería.

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