La primera edición de este festival finalizó con más de diez horas de buena música en directo, con la participación de seis bandas gallegas y la organización de actividades paralelas a lo largo del día.
Ourense
El Ourenrock, en clave de sol
Día intenso, sin duda. De esos que se quedan grabados en la memoria como una de las experiencias que merecieron la pena ser vividas y sentidas. Hoy toca descansar y poco a poco, muy despacio, volver a la normalidad, aunque seguramente a la mayoría de los asistentes a la primera edición del OurenRock Sound Festival eso les va a llevar tiempo.
La aventura comenzó el pasado viernes con una apuesta musical eminentemente ourensana que sirvió para abrir el apetito a la jornada de ayer, que comenzó con actividades en torno al mediodía, ya que había que dar tiempo para descansar de la fiesta del día anterior. Una sesión vermú a ritmo de los Xitume Batuke sirvió para despertar los sentidos y aumentar las ganas de disfrutar del cartel preparado para la tarde.
Pero mientras eso llegaba, hubo tiempo para un menú variado: aprender algunos secretos que guarda el barro y que sólo los buenos alfareros logran descifrar para darle forma, con un taller que incluía la posibilidad de trabajar con algunos tornos. Además, la web serie P.I.B también se presentó ante los festivaleros que disfrutaron con sus contenidos y para que no faltara de nada, y al encontrarse en Benposta, la plataforma Stop Desafiuzamentos de Ourense y la Asamblea Aberta de Benposta ofrecieron una mesa redonda para abordar, en el Fiadeiro, la actual situación de este lugar.
Y cuando ya llegaba la tarde a su fin, salieron al escenario los miembros de Superoito para iniciar casi diez horas de música en directo o hasta que el cuerpo de cada cual aguantara. Le siguieron Arrhytmia que pasaron el testigo a Konflikto, que se encuentra a punto de sacar al mercado su nuevo disco. Fueron sustituidos en el escenario por los combativos y festivos músicos que forman el grupo Dakidarría, que no defraudaron al público con ganas de fiesta, de mucha fiesta.
Y después llegaron los más esperados: Heredeiros da Crus, que demostraron por qué arrastran a tantos seguidores a sus actuaciones, sea en festivales o en "ghaliñeiros". Con ellos se alcanzó el clímax del Festival aunque no el final, ni mucho menos. Aún faltaba Terbutalina por hacer su aportación a esta primera edición del OurenRock Sound. Hoy sólo queda recuperar fuerzas para seguir.
