El conselleiro demandó en el Campus que Galicia tenga más poder de decisión para diseñar su desarrollo

Suárez Canal aboga por recuperar el territorio abandonado para corregir la caída demográfica

El conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, incidió ayer en Ourense en la necesidad de poner en valor el territorio abandonado y el aprovechamiento de recursos para estimular el desarrollo de la provincia y corregir su ‘problema demográfico de enver gadura’. El conselleiro participó en las jornadas de economía en el Campus, en las que incidió en que se ha producido una crisis del capitalismo y abogó por un modelo en el que Galicia tenga más capacidad de decisión para planificar su desarrollo.
La puesta en valor del territorio abandonado y el aprovechamiento de los recursos endógenos se encuentran entre las iniciativas que planteó ayer el conselleiro de Medio Rural, Alfredo Suárez Canal, para favorecer el desarrollo socioeconómico de Ourense y ‘correxir as tendencias que indican que temos un problema demográfico de envergadura’, según indicó. El conselleiro manifestó que cuando problemas de base social acaban influyendo en la demografía, su repercusión se prolonga durante décadas. Por ello, defendió medidas a largo plazo, ya que ‘non se corrixe en tres anos’.

Entre las medidas necesarias para revertir esta tendencia, el conselleiro citó las políticas de recuperación del territorio abandonado, como el Banco de Terras o las Unidades de Xestión Forestal, ‘iniciativas das que non miramos a rentabililidade electoral inmediata’, apuntó y que ‘aínda que non hai un cambio espectacular, sí amosan unha nova tendencia’ en el rural. Propuso también la creación de suelo industrial al servicio de pequeñas empresas y el apoyo a sectores productivos. Entre éstos citó las denominaciones de origen (indicó, en concreto, que el sector del vino gallego facturó en los últimos tres años un 30% más), la atención a las comarcas de base agroforestal o potenciar el sector termal, así como la canalización de recursos europeos para pequeñas iniciativas que pongan en valor el rural. También expresó la necesidad de recuperar la vivienda abandonada y desarrollar una política de suelo para abaratar su excesivo precio, así como iniciativas de bienestar para atender a los ciudadanos en su territorio, evitando su marcha a otros lugares.

Jornadas

Suárez Canal acudió al Campus de Ourense para participar en unas jornadas sobre economía, que contaron con la asistencia de alumnos y profesores, así como militantes del BNG.

En su intervención, demandó ‘cambios profundos do modelo’ y defendió que los pueblos puedan diseñar un sistema que ponga en valor su potencial productivo, con capacidad para regular los mercados desde el ámbito público y en que el sistema financiero ‘esté ó servizo da economía real, e non ó revés’.

Apoyo al instituto de crédito gallego

En su demanda de un nuevo modelo, Suárez Canal defendió un mayor autogobierno para que Galicia pueda decidir sobre aquellas cuestiones que le afectan a sus recursos y desarrollo económico. En concreto, citó casos en los que la capacidad de actuación del Gobierno gallego está coartada, como el mercado lácteo, la recuperación de los astilleros de Astano en Fene o la Autopista del Atlántico (recientemente adquirida por un banco americano a punto de quebrar que fue rescatado por el Gobierno de Estados Unidos), que contrapuso al nuevo modelo energético, en el que las compañías que explotan los recursos gallegos tienen que revertir parte de sus beneficios en Galicia.

Ya en el turno de preguntas, los asistentes se interesaron, entre otras cuestiones, por la propuesta del BNG de crear un instituto de crédito en Galicia, iniciativa que Suárez Canal defendió como instrumento para que el Gobierno gallego tenga capacidad de intervenir en el ámbito financiero y canalizar recursos para actividades productivas, particularmente cubriendo ámbitos de actividad que el sector financiero no atiende. También señaló que las cajas de ahorro son complementarias, pero que ‘non é de recibo’ que estén reguladas por una normativa en la que el sector público tiene escasa intervención.


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