El subdelegado del Gobierno: "No parece un atraco habitual"

Sobre la labor de los cuerpos de seguridad de la ciudad explicó que fie "un ejemplo más de la colaboración de la Policía Local y Nacional en esta ciudad"

El subdelegado del Gobierno de Ourense, Roberto Castro, ha descartado hoy que el detenido por un tiroteo en un supermercado de la cadena Mercadona intentase cometer un atraco y, asimismo, también toda intención de retener a los empleados o clientes, puesto que se baraja que no actuase en su "sano juicio".

Así, ha apuntado claramente en una conferencia de prensa en Ourense a que probablemente "no estaba en su sano juicio", y, por el momento, prosiguen las investigaciones.

Concluido el visionado de las cámaras del supermercado y las investigaciones preliminares, el subdelegado ha comparecido ante los medios de comunicación para informar sobre el incidente ocurrido en el día de ayer en el Mercadona de la calle Otero Pedrayo, que se saldó sin heridos a pesar de la alarma generada.

Actualmente, todas las hipótesis policiales apuntan a que el detenido, un hombre de 35 años oriundo de Bilbao, no pretendía cometer un atraco ni retener a los empleados ni tampoco a los clientes, en un momento de mucha afluencia, según ha relatado Castro, quien ha destacado el hecho de que el suceso terminase "sin graves consecuencias para nadie" después de la "alarma" suscitada en la ciudad.

"Empezó a disparar una escopeta en el establecimiento con la consiguiente preocupación, alarma y consternación de las personas que se encontraban allí dentro", ha explicado el subdelegado, quien ha descartado otro tipo de motivaciones políticas o religiosas, como se barajó en un primer momento a raíz de las declaraciones de algún testigo.

Según ha indicado, "todo parece indicar que esta persona no se encuentra en sus cabales", descartando así la posibilidad de un "atraco habitual", tras sostener que en ese caso la forma de actuar "hubiese sido otra", e incluso un intento de retención de personas.

El arrestado, que permanece en dependencias policiales, irrumpió ayer sobre las dos de la tarde en el establecimiento de As Lagoas con el arma de caza de su padre, munición y gasolina; efectuó seis disparos y se comió dos plátanos, antes de deponer la escopeta.

Con este panorama, ha destacado el subdelegado el hecho de que no hubiese heridos gracias a la labor tanto del agente de la Policía Local que iba de paisano como por la cooperación de las fuerzas de seguridad, lo que "contribuyó a que el desenlace fuese exitoso".

Ha añadido que el hombre en ningún momento mostró una actitud de arrepentimiento o de estar contrariado tras su detención sino que aparenta el estado de una persona "que hubiese cometido una extraordinaria hazaña".

Además, fuentes policiales han indicado a Efe que el hombre todavía no ha dicho nada acogiéndose a su derecho a no declarar.

Un día después del "momento tenso" vivido ayer, el subdelegado ha elogiado "la profesionalidad" de los agentes policiales a la hora de reducirlo y también al evitar que alguien saliese lesionado.

Actualmente, los investigadores prosiguen con las indagaciones y ya han inspeccionado su domicilio, mientras estudian la posibilidad de solicitar un informe psiquiátrico para conocer el estado del hombre a la espera de que pase a disposición judicial.

En el día de ayer, una testigo de lo ocurrido, Elena Álvarez, aseguraba que inicialmente pensó que se trataba de "una broma" y que, al percatarse, se escondió en un almacén.

Al hombre se le atribuyen delitos relacionados con robo con violencia, tenencia ilícita de armas, tentativa de homicidio, atentado a agentes de la autoridad, informaron a Efe fuentes policiales, que describen la actitud del sospechoso de "errática".

Tras el susto vivido, el subdelegado ha remarcado que afortunadamente todo quede en "una anécdota", tras asegurar que "lo más importante es que nadie haya salido lesionado".

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