Ourense marcó en septiembre un nuevo récord en exportaciones. El acumulado hasta septiembre cifra en 904,8 millones de euros las ventas exteriores, un 25,5% más que en el mismo periodo de 2021. A la vez, se pagaron 640,5 millones por los bienes adquiridos más allá de las fronteras, un incremento interanual del 36,2%. Estos datos dejan en 264,3 millones la balanza comercial del conjunto de los 92 concellos, según datos publicados por el Ministerio de Industria, Comercio y Turismo.
El mes, por sí mismo, también fue histórico. Las exportaciones alcanzaron los 105,4 millones, una cifra superior a los 89,1 millones de septiembre de 2021. Las importaciones llegaron a 77,5 millones. Se trata de aumentos interanuales del 18,2% y 21,2%, respectivamente.
En cuanto a sectores, el más reseñable en las exportaciones es el de semimanufacturas no químicas, sumando 286,1 millones, casi un tercio del total. Y en cuanto a las importaciones, destaca el de bebidas, alcohol y tabaco con 206,9 millones, una fracción similar.
Las cifras récord no se deben exactamente a un despegue de la actividad económica de la provincia, sino a la inflación. Lo demuestran los índices de precios por los que las empresas españolas venden y compran fuera, el IPRIX y el IPRIM, respectivamente. Según los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE), las facturas de las exportaciones subieron un 16% respecto al año pasado, mientras que las compras hechas desde España son un 28,8% más caras.
Parte de la industria corrobora los datos. Por ejemplo, el sector de la pizarra, uno de los más prominentes en la provincia. Lleva meses sufriendo una tendencia a la baja en las toneladas que salen hacia el extranjero. Aun así, el incremento de las facturas hace que la tendencia de los importes sea mayor en comparación al año pasado.
Una tendencia que continúa. Fuentes empresariales del sector lo confirman y hablan de una propensión “a lo mismo” debido a los elevados costes de producción en energía o bienes de equipo. “Hoy no hay nada que no haya subido”, lamentan desde el sector, aunque matizan que las cifras récord sean una mala noticia. Porque, a pesar de que la situación no es deseable, “se vende toda la producción”.
