Este domingo culmina en Galicia el mayor recorte de trenes de los últimos años, lo que en la provincia se traduce en la supresión de la línea entre Ourense y Puebla de Sanabria (Zamora), además de reducciones de servicios en otras líneas, como en la convencional entre Ourense y Santiago, y la de Monforte. El tema fue debatido ayer en el Parlamento gallego -mañana lo será en el pleno de la Diputación por una moción del PSOE-, en una sesión en la que el conselleiro del área, Agustín Hernández, negó la supresión de líneas en Galicia aunque reconoció que 'as oportunidades de viaxe' bajarán de las 306 actuales a 234.
El conselleiro argumentó que no se puede 'alimentar unha espiral de subvencións ós servizos ferroviarios' que en los últimos 16 años costó en torno a 40 millones de euros a la Xunta y garantizó 'a mobilidade' de los ciudadanos mediante transportes públicos alternativos, como el autobús. Asimismo, Hernández culpó al anterior Gobierno estatal socialista por 'identificar o problema e mirar cara outro lado. Agora un Goberno afróntao con responsabilidade'.
Las explicaciones del Gobierno gallego causaron, no obstante, numerosas críticas desde la oposición. Así, el socialista Raúl Fernández culpó a la Xunta de ser el 'colaborador necesario' en esta supresión de servicios por 'permanecer ausentes, escondidos, indeferentes e mesmo pasotas'. A juicio del diputado ourensano, que calcula que este decreto suprime 94 servicios a la semana, 'baixo o disfrace de racionalización esconde, pola vía dos feitos, a morte do ferrocarril tradicional'. Según él, 150.000 personas se verán afectadas anualmente por esta medida, que significará el cierre de 30 estaciones, mientras que otras 21 contarán con una única parada diaria.
Mientras, la nacionalista Ana Pontón, que cifró en 80 los servicios semanales que se eliminarán desde este domingo en Galicia, reprobó que la consellería, ante 'un erro histórico', esté 'amparando o desmantelamento de servizos en vez de defender o dereito dos galegos'. Para ella, 'é importante reaccionar, porque Galicia non pode perder o tren', aseguró.
RED DE CERCANÍAS
Previamente a este debate, el Parlamento había debatido una propuesta del diputado de AGE por Ourense, David Fernández Calviño, sobre la posibilidad de que la Xunta constituyese una red gallega de trenes de cercanías, recordando que hoy es una' odisea' desplazarse en tren entre Lugo y Ourense o entre Lugo y Santiago.
Las explicaciones del Gobierno gallego causaron, no obstante, numerosas críticas desde la oposición. Así, el socialista Raúl Fernández culpó a la Xunta de ser el 'colaborador necesario' en esta supresión de servicios por 'permanecer ausentes, escondidos, indeferentes e mesmo pasotas'. A juicio del diputado ourensano, que calcula que este decreto suprime 94 servicios a la semana, 'baixo o disfrace de racionalización esconde, pola vía dos feitos, a morte do ferrocarril tradicional'. Según él, 150.000 personas se verán afectadas anualmente por esta medida, que significará el cierre de 30 estaciones, mientras que otras 21 contarán con una única parada diaria.
Mientras, la nacionalista Ana Pontón, que cifró en 80 los servicios semanales que se eliminarán desde este domingo en Galicia, reprobó que la consellería, ante 'un erro histórico', esté 'amparando o desmantelamento de servizos en vez de defender o dereito dos galegos'. Para ella, 'é importante reaccionar, porque Galicia non pode perder o tren', aseguró.
RED DE CERCANÍAS
Previamente a este debate, el Parlamento había debatido una propuesta del diputado de AGE por Ourense, David Fernández Calviño, sobre la posibilidad de que la Xunta constituyese una red gallega de trenes de cercanías, recordando que hoy es una' odisea' desplazarse en tren entre Lugo y Ourense o entre Lugo y Santiago.
