Los residentes del centro Divino Maestro celebraron el Día internacional del Alzhéimer con un taller de memoria. Los internos, divididos por grupos, leyeron el periódico e hicieron una puesta en común de sus vivencias de antaño.
Los educadores de la residencia Divino Maestro,ubicada en el Seminario, han querido demostrarle a sus mayores que no están solos en la enfermedad del alzhéimer. Como lo vienen haciendo ya desde hace tres años, cada 21 de septiembre, Día Mundial del Alzhéimer, organizan un taller de memoria en el que los pacientes realizan diferentes actividades con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
Durante la jornada de ayer, un total de 14 pacientes, divididos por grupos, han tenido la oportunidad de estimular su memoria leyendo el periódico o resolviendo pasatiempos, pero no han sido los únicos ejercicios que desde el centro de mayores tenían preparados para sus internos. "Uno de los grupos está con la monitora llevando a cabo una actividad sobre memoria que se denomina "Banco de Lembranzas". Se trata de una puesta en común de nuestros internos sobre distintos aspectos de la vida de ellos. Por ejemplo, se les pregunta de dónde eran, qué actividad han desempeñado, si han vivido en el extranjero o por qué han venido a la residencia", explicó Mónica Pereiro, directora de la residencia Divino Maestro. El programa "Banco de Lembranzas" es fruto de una iniciativa puesta en marcha por la Fundación San Rosendo, con el objetivo de mantener vivas las historias de los mayores con riesgo de sufrir enfermedades neurodegenerativas a través de entrevistas personales.
Los internos de la residencia Divino Maestro, con capacidad para 75 personas, también han tenido la oportunidad de realizar diferentes ejercicios de manualidades con motivo del Día del Alzhéimer. "En los talleres, algunos están haciendo lazos morados dedicados a esta jornada y también portavelas reciclando botes y pintándolos", dijo Sonia Prado, una de las cuidadoras, que afirma que a sus mayores les encanta verse retratados en las fotografías. Por eso, han elaborado durante la semana pasada un mural, expuesto en la entrada del centro, con fotos de todos ellos y con el título "Ponte en su lugar". "También en la recepción de la residencia hemos colocado un panel, realizado por los internos, en donde se hace una reflexión sobre lo que conlleva esta enfermedad", señaló Mónica Pereiro. En esta misma línea, la directora del centro destacó la importancia de que las familias con algún enfermo de alzhéimer se mentalicen y que nunca decaigan.
"Desde un punto de vista personal, cuando es tu padre el que está en esa tesitura, es lógico que te frustres porque le has dicho algo y se lo tienes que volver a repetir y repetir. Por eso, las familias tienen que mentalizarse de que lo tienen que repetir hoy y mañana y nunca decaer porque la persona que padece la enfermedad no es consciente de lo que le está pasando. Esto es muy frustrante para la familia pero es un trabajo necesario para el día a día del enfermo", según la directora del centro.
La jornada especial del Día internacional del Alzhéimer que vivieron ayer los internos del centro Divino Maestro fue posible gracias al proyecto Experiencia Activa, una iniciativa de envejecimiento activo promovida por la Fundación San Rosendo y La Región, que cuenta con el patrocinio de Inditex. Sin embargo, los cuidadores de la residencia son conscientes de la importancia que tiene para sus internos realizar actividades similares durante el resto del año como la conmemoración de las fiestas más significativas.
"Las actividades las llevamos a cabo con grupos homogéneos con respecto a sus capacidades cognitivas pero estamos notando que hay determinados usuarios que no podemos incluir dentro de los grupos porque su patología no lo permite. Entonces lo que hacemos es un tratamiento indiviualizado de cada uno de esos internos, sobre todo cuando se encuentra en una fase más avanzada de su demencia y darle la actividad que más le satisfaga", explicó la directora.
