El Xurés inunda a partir de hoy las pantallas de toda España con el estreno de “O corpo aberto”, una película de terror folk dirigida por Ángeles Huerta y protagonizada por Tamar Novas, María Vázquez y Victória Guerra. La cinta, que se vio por primera vez en el Ourense Film Festival, está rodada en las aldeas portuguesas de Tourem y Pitoes, en la freguesía de Montalegre; y en los concellos ourensanos de Muíños, Lobeira y Calvos de Randín. Tamar Novas (Santiago, 1986), ganador del Premio Goya como mejor actor revelación por su interpretación como Javi en “Mar adentro” regresa a Ourense, donde debutó en el cine con “A lingua das bolboretas”. Por aquel entonces (1999), su papel era de alumno. Ahora vuelve en el papel de Miguel, un profesor que, en 1909, recibe como primer destino “Lobosandaus”, una pequeña localidad de la raia seca. El misterio y la muerte conviven a diario con la población de este extraño lugar. La raia y las fronteras son protagonistas del largometraje que protagoniza Tamar Novas.
¿Cómo es volver al cine en Ourense, ahora en el papel de profesor?
Muy especial. Las mesas de pupitre son las mismas que utilicé con 11 años en “A lingua das bolboretas”. Me senté como alumno hace 25 años y ahora como profesor. Fue muy especial, con cierto misticismo.
Cuando le dicen que este es un proyecto de “terror folk”, ¿qué piensa?
Los géneros son necesarios para encuadrar una película, pero una vez leído el guion veo que es otro tipo de terror. Tiene un misterio, no un terror al uso de llevarse sustos. Es un género que me atrae, con personajes muy divertidos y que toca temas actuales.
Estuvieron varios meses rodando en la raia. ¿Cómo fue vincularse durante tanto tiempo a una población, a una manera de vivir?
Una de las experiencias más intensas que he tenido en un rodaje. He vivido allí dos meses, pillé tanto cariño que tengo medio familia portuguesa y tengo ganas de volver. El Xurés y la raia son espectaculares.
¿La raia es otra protagonista en pantalla?
Es fantástico y coherente con la película que se sitúe en una especie de línea que divide y que tiene que ver con las fronteras, porque esta es una historia de vencer fronteras y el cine también las traspasa. No solo es la frontera de la vida y la muerte, sino la razón y la locura, la identidad… Y al mismo tiempo sucede en el espacio que separa Galicia y Portugal. Al final, estas líneas no dividen, mezclan. Nada es blanco o negro. A raia tiene esa esencia de Galicia y Portugal.
Siendo gallego, ¿fue más fácil entender qué hay detrás de todo ese mundo que es la raia seca?
Siempre hay que estudiar. Tengo referentes, había vínculos y la sensación de que mis raíces son de ahí. Pero también es la propia experiencia, porque mi cine empezó en Ourense. A mí me daba la sensación de que todo lo que tiene que ver con ese lugar me mueve emocionalmente, tenía esa suerte.
¿Cuál fue el reto de Miguel, su personaje?
La película no tiene escenas sencillas, son todo saltos. Por suerte había que jugar en una línea muy delicada. Estar siempre en ese fino hilo. Físicamente la película era muy exigente. La escena de la matanza era la que más me impresionaba, no como actor, como persona.
Para animar a la gente al cine… ¿qué se van a encontrar?
Le diría a la gente que España ha quedado eliminada del Mundial y qué mejor que ir al cine, que es vivir un ritual tan o más intenso que un partido de fútbol. Y si eres de Ourense, hay que ir sí o sí. Es una película muy nuestra. Sale el Entroido y asuntos que tienen que ver con Galicia.
¿Se siente hasta algo ourensano tras grabar esta película?
Es que con esta, con “A lingua das bolboretas” y con la serie “El desorden que dejas”, al final, he tenido bastantes ocasiones de trabajar ahí. Tengo la suerte de conocer lugares y revisitarlos incluso. De hecho, con esta película cumplí la promesa que le hice a mi abuela de ir a ver el Santo Cristo de la Catedral de Ourense. Ella siempre nos decía que nos había ofrecido a mi hermano y a mí de pequeños, y yo no había ido. Fue bastante interesante.
¿Qué proyectos tiene ahora?
Esta semana estoy terminando “Justicia artificial”, una película de Simón Casal. He terminado “Un pasado por delante”, que produce Vaca Films. Y en unos meses estrenaremos en TVE “Los pacientes del doctor García”. Ya es bastante.
