Un tercio de las viviendas de la Ourense tiene 50 años de antigüedad o más

Ourense es la urbe gallega con menor tasa de inmuebles nuevos: solo el 0,96% del parque se construyó en los últimos diez años

La ciudad de Ourense dispone de un antiguo parque de viviendas en el que escasea la construcción nueva (con menos de 10 años), la cual no alcanza siquiera el 1% del total: se queda en un 0,96%. Este es el porcentaje más bajo de todas las ciudades gallegas. El Instituto Galego de Estatística las ordena, de mayor a menor proporción de vivienda nueva, de esta manera: Santiago, Pontevedra, Lugo, Vigo, A Coruña, Ferrol y, en el vagón de cola, Ourense, que arrastra un Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de 1983. 

Por lo tanto, predominan en Ourense las viviendas de entre 20 y 49 años de antigüedad, que suponen un 56,17% del total. Esta es la ciudad gallega con menor número y porcentaje de vivienda nueva, la segunda con menos vivienda seminueva (de 10 a 20 años), la tercera con más vivienda antigua (de 20 a 49) y también la tercera con más vivienda muy antigua (su construcción se llevó a cabo hace ya más de un siglo). Un tercio de las viviendas de la ciudad se encuentran en este último grupo. Por lo tanto, la media de “edad” de las viviendas se acerca a la de la envejecida población de la urbe ourensana, de 48 años según los últimos datos del INE. En cuanto a la provincia, la mayoría de las viviendas fueron construidas antes de 1980.

No obstante, más allá de la fecha de construcción de los inmuebles, es su estado de conservación lo que preocupa a los expertos. La ourensana Elvira Carregado, vocal del Colegio de Arquitectos, matiza que “como todos los países sensatos, debemos rehabilitar el patrimonio construido. Durante la redacción del PXOM de 2003 (no aprobado) ya se contabilizaba que la ciudad tenía alrededor de 15.000 viviendas vacías, y a pesar de ello se planteaba crear 3.000 nuevos inmuebles, a pesar de la pérdida de población”. Por lo tanto, inquieta la falta de un plan para la rehabilitación del parque de viviendas.

El arquitecto ourensano Pablo López Prol concuerda en que la antigüedad del parque de viviendas solo se convierte en un problema cuando, como ocurre en la ciudad, “el mantenimiento y conservación de los inmuebles no es el adecuado y no existen iniciativas enfocadas a su renovación paulatina”. Además, teniendo en cuenta que “las edificaciones sufren un mayor deterioro cuando están abandonadas”, defiende que es clave “encontrar residentes interesados en restaurar y habitar los inmuebles sin uso”. 

"A estratexia é rehabilitar"

La arquitecta ourensana Sandra González fue uno de los nombres destacados en los Premios de Arquitectura de Galicia de este mismo año por su rehabilitación de las viviendas de los maestros de Rianxo. Erigidas durante el franquismo en el centro de esta villa, cayeron en desuso con el paso del tiempo, que actuó de forma implacable debido a la baja calidad de la construcción. De hecho, González y su equipo descubrieron que sus bloques de contención eran de paja. El proyecto, con 40.000 euros de presupuesto, incluyó la inclusión de placas solares. La arquitecta sostiene que “a estratexia de futuro, para a sostenibilidade, está en rehabilitar. Para min, facer máis vivenda extensiva non ten sentido. O que non é normal é crear zonas dormitorio cada vez máis grandes mentres as zonas céntricas perden poboación e se caen a cachos os cascos históricos das ciudades. O problema do urbanismo, coma noutros eidos, é a política”. Y, “mentres en Ourense quitan os bolardos, temos os exemplos da peatonalización de Pontevedra”, compara. “Debemos establecer como referente a recuperación do Casco Vello de Santiago, onde ademais se respectou a identidade propia”, valora. 

Desde la asociación vecinal del Casco Vello de Ourense matizan que la zona histórica, debido a la falta de conservación, “está penosa, si, pero como toda a cidade”. Durante la llamada telefónica, el paso de varios vehículos a toda velocidad dificulta la conversación.

Las reformas de vivienda proliferan con respecto a la obra nueva: en 2019, ya más del 70% de las licencias fueron concedidas para obras de rehabilitación, y empresas del sector como Álvarez Ferro Construcciones aseguran que tienen trabajo asegurado, al menos, hasta 2023. 

No obstante, desde la Asociación de Constructores de Ourense matizan que la ciudad carece de un plan conjunto a la hora de acometer este tipo de trabajos con el que consolidar una hoja de ruta coherente y definida.

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