La tercera y última sesión de Termatalia y del Simposio sobre Termalismo y Calidad de Vida del Campus da Auga de la UVigo puso sobre la mesa la importancia de reabrir espacios termales como la piscina de As Burgas, y se reivindicó un aumento de la investigación sobre las bondades del agua mineromedicinal.
En las actividades de la mañana, destacó la exposición de la profesora de la UVigo Natalia Calvo, que recordó un trabajo científico realizado en 2019 con fondos propios de la Universidad cuya principal conclusión fue el poder sanador de As Burgas contra la fibromialgia. El equipo de trabajo estaba formado por ella misma y Pérez Fernández, Fernández Varela y Fariñas Valiña.
En la ponencia, Calvo dio cuenta de la complejidad del tratamiento de la fibromialgia, ya que, para enfrentar a esta enfermedad, y en lo que respecta a las medidas farmacológicas, “se llegan a combinar cuatro tipos de fármacos (analgésicos, relajantes musculares, antiepilépticos y antidepresivos), a pesar de los efectos secundarios que producen”. Pero también existe la posibilidad de añadir medidas no farmacológicas, como pueden ser el ejercicio físico o la visita a centros termales. Por lo tanto, realizaron un ensayo aleatorizado captando a 50 personas diagnosticadas de fibromialgia de un centro de salud de la ciudad.
Una vez recogida esta muestra, se crearon dos grupos aleatorios. Uno de ellos recibió 14 baños simples en la piscina termal de as Burgas durante un mes, además del tratamiento farmacológico habitual, y el otro se limitó a continuar la ingesta de medicamentos. Después se repitió el proceso, intercambiando las condiciones. Y el estudio pudo concluir que “el consumo de antidepresivos, en pacientes de fibromialgia, disminuye significativamente mediante la visita a aguas mineromedicinales”, así como que “el efecto del baño se mantiene incluso ocho meses después”. Este resultado cobra aún mayor importancia teniendo en cuenta que, de los cuatro tipos de fármacos establecidos, el antidepresivo era el más empleado por los pacientes del centro de salud ourensano, lo cual se explica debido a la alta prevalencia de los trastornos depresivos en la fibromialgia.
También hay estudios del mismo año, 2019, que demuestran los beneficios específicos de la piscina de As Burgas tanto para el dolor lumbar crónico como para la dermatitis atópica y la psoriasis.
A continuación de la ponencia de Calvo, el doctor Salvador Ramos dio una conferencia sobre la positiva experiencia en la atención y cuidado a supervivientes de cáncer con tratamientos termales, que puede servir de modelo para tratar el covid con secuelas de larga duración. Ramos reflexionó que “la carga de la enfermedad, es decir, el sufrimiento y la pérdida de años de vida que conlleva, obliga a abordar de otra manera las patologías”. Refiriéndose tanto al cáncer como al coronavirus, “si sabes que una patología está asociada a una serie de secuelas, no debemos esperar a que aparezcan”, subrayó Ramos, por lo que en el hotel balneario del que es director, Talaso Atlántico, diseñó un programa integral de cuidados oncológicos, y plantean lo mismo para el caso del covid. Y, si el agua termal es crucial para la mejora de la calidad de vida, “el ejercicio físico hay que prescribirlo, no recomendarlo”, subrayó.
A continuación, Rosa Meijide, mostró el resultado de la investigación en Reumatología de la Universidade da Coruña: un efecto significativo de la balneoterapia con aguas sulfuradas en el dolor articular y degradación del cartílago provocados por la artrosis.
La próxima edición de la feria ya tiene sede, y se celebrará de nuevo en Ourense en el mes de septiembre de 2022, coincidiendo con el doble Año Xacobeo.
