TESOROS DE OURENSE

Tesoros de Ourense | Chandrexa de Queixa, un balcón a la naturaleza en el Macizo Central de Ourense

La impresionante vista que se ofrece desde el Miradoiro de Candendo, en San Fiz.
photo_camera La impresionante vista que se ofrece desde el Miradoiro de Candendo, en San Fiz.

En el corazón del Macizo Central de Ourense se encuentra Chandrexa de Queixa, un paraíso natural que cautiva a los amantes de la naturaleza, ofreciéndoles la sensación de estar más cerca del cielo.

Chandrexa de Queixa se convierte en un verdadero edén para los amantes del senderismo, con sus imponentes montañas, especialmente la majestuosa Serra da Queixa, y cumbres que alcanzan alturas superiores a los 1.700 metros. Todo ello es tan solo el preludio de auténticas maravillas naturales que aguardan a quienes se aventuran en este municipio. Los múltiples senderos entre montañas desvelan los secretos mejor guardados de Chandrexa de Queixa, lejos del ruido, de la contaminación e incluso del tráfico. Rutas que invitan a quienes se acerquen a conocerlas a sumergirse entra cascadas, miradores naturales, picos montañosos y los cientos de posibilidades que ofrece su embalse. Chandrexa de Queixa se revela así como un auténtico paraíso para aquellos que buscan explorar y disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.

Miradoiro de Candedo, San Fiz

En lo alto de la Serra de Queixa, nace un nuevo punto de encuentro con la grandeza de este paraje natural y la imponente Cabeza de Manzaneda, cuyos picos desafían el cielo a casi 1.800 metros de altura. Este lugar privilegiado es el Mirador de San Fiz, una ventana al asombroso paisaje que se extiende ante los ojos del visitante. Situado estratégicamente en Cerdeiro, a lo largo de la serpenteante carretera que une Chandrexa con Ourense, este recién inaugurado mirador es una joya en una de las cimas provinciales. Desde aquí, se disfruta de las magníficas vistas del embalse aprovechando las aguas del río Navea para crear una armonía entre el hombre y su entorno. Su diseño cuidadosamente concebido incluye un sendero junto a un muro guía, que invita a los visitantes a detenerse y absorber la grandiosidad del paisaje a través de una gigantesca ventana panorámica. Pero la sorpresa final aguarda en forma de un columpio gigante, que añade un toque de aventura y diversión al lugar, ante un portal hacia la belleza y la serenidad, invitando a perderse en la grandeza de la naturaleza y encontrar inspiración en cada rincón de este paraíso.

Iglesia de Paradaseca

La monumentalidad y grandiosidad de esta iglesia de planta rectangular destaca por su singular campanario y su fachada única, con una construcción que no se repite en ninguna iglesia más del concello queixalao. Su campanario cubierto con una especie de cúpula de piedra no deja a nadie indiferente. El campanario está formado por cuatro pilares rectangulares que sostienen la base sobre la que se asienta la cúpula que culmina este conjunto. Este lugar con un campanario envuelto en un mano de piedra, se levanta como un faro de esplendor que crea un testamento único de la arquitectura queixalá en esta aldea quemarca el límite entre los concellos de Chandrexa de Queixa y A Pobra de Trives. Para completar este conjunto destacan los esgrafiados, una técnica ornamental arquitectónica utilizada para la decoración, en la que se pueden observar múltiples motivos que revisten partes del edificio, marcando una técnica muy común y puesta en valor en la Ribeira Sacra, en donde acaba de ingresar recientemente este concello.

Iglesia de Paradaseca.
Iglesia de Paradaseca.

Fervenza de Dorelle

Enclavada debajo del monte Pedroso y con sus aguas trascurriendo hacia la aldea de Casteligo, encontramos la serenidad del río Dorelle, ubicado en la parroquia queixelá que lleva su mismo nombre. En esta época del año, sus alrededores cobran vida con un espectáculo natural digno de admirar: la impresionante cascada del río Dorelle. La Fervenza del río Dorelle, localizada en su curso medio, no es simplemente una caída de agua más; es un tesoro oculto que revela su esplendor en momentos específicos del año. Con una altura de aproximadamente 12 metros, este pequeño salto de agua se transforma en una espectacular cascada durante las épocas de lluvias intensas o deshielos, envolviendo su entorno en una atmósfera mágica y cautivadora. Desde la carretera que conecta Celeiros con la Estación de Montaña de Manzaneda, se puede escuchar el rugido de la cascada.

Fervenza de Dorelle, Chandrexa de Queixa.
Fervenza de Dorelle, Chandrexa de Queixa.

 

Os homes de pedra o Muradellas

Están en el monte vecinal de Acevedo, en el paraje de A Lama. Estos hombres de piedra son cúmulos de pequeñas piedras cosidas entre sí, sin ningún tipo de argamasa, de fórma cónica. Dos vecinos del pueblo, de niños, empezaron a acumular las piedras sin ningún fin en concreto, pero con los días ese almacén de piedras fue creciendo, hasta que las muradellas tomaron fuerza, forma y subieron hasta gran altura. Estos picos no fueron creados con la función de marcar el territorio, sino como un juego de niños, pero finalmente consiguieron también esa función. Los vecinos de Acevedo los miran ahora con admiración.

Homes de Pedra na Lama, Acevedo.
Homes de Pedra na Lama, Acevedo.

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