No ha habido muchos asistentes en la visita guiada desarrollada ayer por la Biblioteca Pública, un espacio que combina el acceso gratuito a todo tipo de literatura con la conservación de obras de gran antigüedad
Tibia celebración la del "Día do Usuario das Bibliotecas" en Ourense. La doble visita guiada organizada por la Consellería de Cultura a la Biblioteca Pública apenas registró participación ciudadana, ni a las 10,30, ni a las 17,00 horas, a pesar de la diversidad de servicios y espacios que ofrece.
Pendiente todavía de su futuro traslado al Claustro de San Francisco, una vez concluyan sus obras de rehabilitación, desde su actual ubicación en la Xefatura Territorial de Educación, en la calle Concejo, la Biblioteca supone un punto de estudio, trabajo y encuentro para un importante número de ourensanos. No en vano, este espacio cuenta en estos momentos con cerca de 30.000 socios.
Hablar de la Biblioteca Pública de Ourense significa abordar un servicio público con cerca de dos siglos de vida en la ciudad. Fue en 1845 cuando ésta se puso en marcha por primera vez, en el antiguo Colegio de los Jesuitas de la calle Lamas Carvajal, desde donde pasaría al Instituto Otero Pedrayo. Un incendio en 1927 destruiría una parte importante de sus fondos, pero la iniciativa de un comité ciudadano garantizaría su supervivencia. Tras haber pasado por el Pazo Provincial, la Biblioteca Pública se encuentra en su actual localización desde agosto de 1978.
Tantos años de historia y la aportación desinteresada de muchos mecenas han dotado a la Biblioteca de Ourense de más de 170.000 fondos. Entre ellos se pueden encontrar raros ejemplares de periódicos como La Región con más de un siglo de antigüedad o boletines oficiales en papel que se remontan al siglo XVII. De entre todos ellos, destaca el libro más antiguo que se custodia en este espacio, el "De las cosas memorables de España" de Lucio Marineo Sículo, una crónica que data de 1533, el año en el que el rey inglés Enrique VIII se casó en segundas nupcias con Ana Bolena y en Perú se ajustició a Atahualpa, el último rey inca.
Pero la Biblioteca Pública también mira al presente. Junto con las actividades tradicionales relacionadas con el préstamo y la lectura, el centro se ha abierto a las plataformas de libros digitales y las redes sociales, al tiempo que ofrece en su salón de actos las proyecciones del Cineclube "Padre Feijóo".
Con el objetivo de acercar a la ciudadanía su oferta bibliográfica, el recinto ofrece a sus usuarios la posibilidad de localizar aquella obra que soliciten y no se encuentre entre sus fondos. Ser miembro de la Biblioteca, además de gratuito, es tan sencillo como rellenar una solicitud, mostrar el DNI y llevar una fotografía. Los socios tienen, entre otras ventajas, la posibilidad de llevarse a casa hasta cinco libros en 15 días prorrogables. Todo el saber y el entretenimiento del mundo, al lado de casa.
