Larouco, en el corazón de Valdeorras, esconde grandes atractivos tanto paisajísticos como ligados a su cultura vitivinícola, que se convierte en esencia fundamental del territorio, junto a la fuerte pegada de los romanos en el municipio
Escondido en el corazón de la comarca valdeorresa se localiza Larouco, pequeño concello que encuentra su esencia en el vino y regala un hermoso paisaje al visitante. Entre viñedos y parajes naturales camina su pasado y el importante legado de los romanos. Destaca además su incorporación a la Red de Pueblos Mágicos de España. Es de obligado cumplimiento tomarse un vino en estas tierras pertenecientes a la Denominación de Origen Valdeorras, en donde su atractivo es singular, como sus característicos Codos de Larouco, que regalan a quienes los visitan un paseo por la historia que los romanos dejaron impresa en su ingeniería civil, con el paso de la Vía Nova por este territorio.
Yacimiento de O Castrillón: Enclave único que merece la pena conocer, y que ofrece un viaje en el tiempo que llega hasta más de 2.000 años atrás. Es un entorno de alto valor natural en donde emerge, entre el río Bibei y el Xares, un poblado fortificado de la Edad de Hierro. Este punto se convierte en destino ideal para los aficionados a la arqueología, pero también para los amantes de la naturaleza, ya que está situado en la Red Natura y tiene una belleza paisajística inigualable. Situado cerca de la localidad de Larouco está compuesto por un gran sistema defensivo de fosos y en los trabajos arqueológicos se descubrió una cabaña que en parte estaba excavada en la propia roca. Los arqueólogos describieron que posiblemente esta fuera una villa fortificada abandonada tras el cambio de época, coincidiendo con la romanización del territorio.
Covas de Seadur: En Seadur, en la cima del pueblo, se encuentra otra pequeña aldea que está íntegramente formada por sus afamadas “covas”, esas bodegas subterráneas en donde sus vinos fermentan y se almacenan a la temperatura exacta para su buena conservación. Un entorno etnográfico compuesto por más de medio centenar de bodegas tradicionales de gran valor patrimonial en la que, además de poder degustarse vinos, se proyectan diversas actividades turísticas y gastronómicas. Recorrer sus calles es sumergirse en la arquitectura popular gallega. Los “coveiros” abren sus cuevas en su reconocida fiesta de Semana Santa, en donde sus estrechas vías se convierten en un hervidero de gente que recorre cada una de estas bodegas excavadas en roca, al tiempo que cata sus vinos y degusta sus pinchos.
Ruta de lagares rupestres y Vía Romana: Con esta ruta se pretende poner en valor el importante patrimonio cultural de Larouco. Con un trazado asequible, quienes la recorren en sus algo más de seis kilómetros pueden conocer tres lagares rupestres mientras caminan sobre parte del trazado de la antigua Vía Romana que unía Braga con Astorga. Esta ruta conjuga paisaje, viñedos y un gran patrimonio arqueológico. Las características de los lagares rupestres de este municipio son claramente diferentes a los del resto de Galicia, debido a que se pisaban las uvas con los pies y no con el sistema de vigas. Al mismo tiempo, la presencia de varias de estas construcciones en el municipio remarcan el importante pasado histórico vitivinícola de la comarca.
