El juez considera que en el resultado final hubo una confluencia de fatales circunstancias como que el lesionado estaba bebido y pudo tropezar
El juez de guardia dejó en libertad a Golea N. en relación a la agresión acontecida en la madrugada del 13 de octubre, pese a que el Ministerio Fiscal reclamó la prisión provisional, porque cree que no tenía intención de herir de gravedad a José Manuel M.I., que está en coma . El juez considera que en el resultado final hubo una confluencia de fatales circunstancias como que el lesionado estaba bebido y pudo tropezar. "Los indicios con los que contamos hasta ahora apuntan a que el resultado nefasto para la víctima -se debate entre la vida y la muerte- pudo haber estado más allá de toda intencionalidad del imputado, quien no semeja que haya buscado en ningún momento causarle grandes daños físicos", recoge el auto.
Asegura el magistrado que el lesionado "no pudo sufrir muchos golpes en el pelea" ya que no tienes apenas marcas en el cuerpo, máxime cuando se produjo en un coche en donde "los golpes no tienen gran recorrido". Asimismo, hace valer las declaraciones de dos mujeres, testigos presenciales, quienes coincidieron en declarar que "era el propio perjudicado quien había estado buscando problemas en el bar donde habían coincidido". A tenor de esa versión, el imputado sólo se encaró con José Manuel M.I. cuando empezó a seguir en coche a Golea N., su pareja y las testigos. El imputado se metió en el turismo e intercambió golpes con el lesionado. Posteriormente, el imputado trató de abandonar el lugar junto a su pareja y el perjudicado los siguió y acabó rodando por el suelo. Según las testigos, "Golea no golpéo al perjudicado fuera del coche en ningún momento y se cayó; pudo ser que se desmayara a causa de un tropezón o resbalón".
